La búsqueda se ha centrado entre Casarrubios del Monte y el cercano municipio madrileño de El Álamo, donde se le perdió el rastro a Roberto García Solana, y donde fue hallado su coche abandonado el 25 de febrero. La pista se le había perdido el día 18 de ese mes, cuando salió con destino a El Álamo para tomar una autobús que le llevara a Madrid.

El desaparecido, Roberto, es oriundo de Casarrubios del Monte, tiene 63 años, mide 1,70 metros de altura, complexión normal y pelo canoso. Su móvil está apagado desde la denuncia de la desaparición en Toledo por parte de su hermano. De hecho, el caso lo lleva un Juzgado de esta provincia.

Las batidas por la zona se han llevado a cabo desde pocos días después de la desaparición, pero ahora se ha intensificado con buzos y patrullas rurales. La familia cree que puede haber un móvil económico en la desaparición, ya que varias personas retiraron en dos ocasiones dinero de las cuentas bancarias de Roberto los días 19 y 20 de febrero; es decir, nada más desaparecer Roberto.