El exciclista Julio Jiménez ha fallecido durante esta madrugada en el hospital abulense Nuestra Señora de Sonsoles. Jiménez, de 87 años, sufrió el pasado martes 7 de junio un accidente de tráfico junto a otras dos personas de edad similar. Sus dos acompañantes también resultaron heridos, pero el exdeportista no pudo superar las lesiones que el accidente le provocó.

Dicho accidente se produjo a la salida del lavadero de coches regentado por el también exciclista Ángel Arroyo, en la zona norte de Ávila. Julio Jiménez, junto a un matrimonio de octogenarios, estuvo en el lugar y, a la salida, el coche acabó colisionando contra una pared. El conductor, que no era Jiménez, se equivocó en su maniobra y acabó, sin desearlo, provocando este trágico final.

Tras una llamada a Emergencias, los tres ancianos fueron asistidos en el lugar, donde una UVI móvil asistió para atender a Julio Jiménez, que tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital de Ávila. Allí, horas después, el exciclista acabó perdiendo la vida.

Hoy, en el Palacio de Caprotti hay instalada por parte del Ayuntamiento de Ávila una capilla ardiente del exciclista. Además, el consistorio ha decretado dos días de luto oficial por la muerte de Julio Jiménez.

Una vida sobre ruedas

Julio Jiménez Muñoz nació un 28 de octubre de 1934 en Ávila, donde esta misma madrugada ha perdido la vida. Apodado El Relojero de Ávila, labró su carrera en el ciclismo profesional entre 1959 y 1969, una década en la que consiguió victorias que hicieron historia en el deporte español. Desde muy joven participó en competiciones ciclistas en su tiempo libre, que compaginaba con su trabajo como aprendiz de relojero, lo que le valió su apodo.

Julio Jiménez en 1966. / Eric Koch

Destacó siempre en la montaña, llegando a ganar en distintas ocasiones el Campeonato de España de Montaña, así como el Campeonato de España en Ruta. También su pasión por la montaña le hizo participar en competiciones como la Subida a Urkiola – en tres ocasiones, en los años 1962, 1964 y 1965 – así como en la Subida a Arrate en 1965, ambos campeonatos celebrados en el País Vasco.

Con cinco victorias de etapa en el Tour de Francia, cuatro victorias de etapa en el Giro y otras tres victorias de etapa en la Vuelta a España, Julio Jiménez fue un gran escalador, algo que le llevó a conquistar el Gran Premio de la montaña en la Vuelta a España en 1964 y 1965, al igual que lo haría en 1967 en el Tour de Francia.

En el año 1968 pasó a ser uno de los miembros más importantes de la selección española de ciclismo, aunque duraría poco, pues en 1969, El Relojero de Ávila acabó retirándose del ciclismo profesional.

Ahora, el mundo del ciclismo, el deporte, su amada Ávila y el resto de sus seguidores, lamentan su pérdida y le dan su último adiós, no sin antes recordar sus hazañas como deportista profesional y su gran calidad humana. El presidente de la Diputación abulense, Carlos García, ha querido expresar, en una nota de prensa, su pésame a la familia y amigos de Jiménez, y ha afirmado que “será siempre una referencia del deporte abulense y español”.