Un nuevo incendio tuvo lugar ayer en el centro penitenciario de Huelva. En la tarde de este jueves se originó un grave incendio en el módulo de aislamiento, provocado por un interno con problemas psiquiátricos que utilizó sus propias prendas para provocar el fuego.

Así lo han denunciado en un comunicado los funcionarios del sindicato Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias), que aseguran que “la magnifica actuación de los funcionarios del área de vigilancia, poniendo en riesgo su propia integridad física, hizo posible que se salvará la vida de al menos cinco internos más peligrosos de la prisión de Huelva, incluido el propio interno que originó el incendio”.

El interno que ha provocado el incendio ha tenido que ser atendido por los servicios médicos del centro y más tarde ser trasladado de urgencia al hospital de referencia para ser atendido por inhalación de humo. Los funcionarios que han acudido a sofocarlo también han sido atendidos por el personal sanitario de la prisión.

Este el tercer incendio que se produce en el espacio de tres meses en el módulo de aislamiento. Y hemos visto que este tipo de situaciones se está convirtiendo en algo demasiado habitual en las prisiones españolas.

Los funcionarios de prisiones denuncian la “escasa formación” para la extinción de incendios y el hecho de que la prisión de Huelva no fuera elegida para la realización de un curso de extinción de incendios el pasado año.

“La realidad es que los funcionarios de prisiones no somos bomberos, y nos estamos enfrentando a situaciones que, literalmente, nos estamos jugando la vida”, aseguran y reclaman que la Administración aporte soluciones más eficaces para reducir este tipo de incidentes y para no “exponer de esta manera la vida de trabajadores”.

Del mismo modo, demandan soluciones respecto al incremento de personas que ingresan en prisión con graves problemas psiquiátricos. “Prácticamente el 30 por ciento de la población reclusa tiene problemas mentales”, aseguran y solicitan que se reduzca el déficit de facultativos en todos los centros penitenciarios y, en concreto, en el de Huelva, que ha visto su equipo médico reducido por el envenenamiento con metadona ocurrido hace unos meses.

Hace menos de un mes, el 17 de febrero, varios trabajadores de esta prisión consiguieron rescatar a varios presos peligrosos ingresados en el módulo de aislamiento tras provocar uno de ellos un incendio en su celda usando un colchón.

En octubre de 2018, ocurrió otro episodio del mismo tipo, donde nueve trabajadores lograron apaciguar otro incendio provocado por un preso especialmente peligroso, que también prendió el colchón de su celda.