Fernando tenía 62 años y regentaba “Tapifer”, una tapicería situada en el número 122 del Paseo de Extremadura, en el distrito de Latina en Madrid. El hombre vivía en Móstoles, pero tenía este comercio desde 2014 y se estaba planteando jubilarse el año que viene. Dos personas entraron en su tienda sobre las 11:00 de la mañana y le golpearan la cabeza y varias puñaladas en la espalda.

El asesinado recibió, al menos, cuatro cuchilladas en la espalda, además de dos fuertes golpes en la cabeza: uno en la parte delantera y el otro, en la parte de atrás. El posible "modus operandi" no encaja con un atraco. Nadie que oponga resistencia sufre una agresión similar.

El dueño de la cafetería de enfrente, Víctor, ha señalado que era un hombre normal y nada sospechoso, un vecino más. Siempre desayunaba allí antes de abrir su establecimiento. Limpiaba las hojas que había fuera del portal y luego hacía su vida normal. El mismo día de su asesinato, el hostelero y el tapicero hablaron sobre el puente de noviembre y asegura que no le notó nervioso, sin preocupación.

Entrada de la tienda que dirigía Fernando

El comercio que regentaba tampoco tenía mucho dinero. Otro vecino, en declaraciones, decía que Fernando no era millonario, ya que su tienda, como tantas que hay en el barrio son “de las de toda la vida” y son regentadas por gente mayor y que al día podía conseguir unos 200 euros. Por lo tanto, el móvil del crimen, quizás no sea el de atraco.

Preocupación en el barrio

Otra vendedora, también de una tapicería, situada enfrente de la de Fernando, señalaba que era un hombre muy amable y muy trabajador. Además, ha mostrado su preocupación, porque cree que pudo ser un robo. El hombre tenía mujer, una hija y un hijo.

Una vecina descubrió el cadáver y fue la que avisó a la Policía, que de momento no ha querido señalar si el fallecido tenía antecedentes. El caso ha pasado a manos de la Policía Científica y del Grupo VI de Homicidios que se han hecho cargo de la investigación. Ahora mismo, están buscando huellas y rastros en el portal colindante, en papeleras y alrededores de la tienda. También han comenzado a visionar las cámaras de tráfico de la zona.