El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria acaba de acordar el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de Marcos Hernández Sánchez, el vecino de la capital grancanaria investigado por las dos muertes del pasado lunes en el barrio de Las Alcaravaneras -el abogado y  José Rafael Hernández Santana y su esposa- como presunto autor de un delito de asesinato -en referencia al abogado- otro de homicidio por imprudencia -en referencia a la mujer- y un tercero de abandono de persona discapacitada. El acusado es el hijo de la pareja fallecida, y durante toda la mañana ha estado prestando declaración en el Palacio de Justicia de Las Palmas.

Marcos pasó la noche de ayer detenido en dependencias policiales y esta mañana fue puesto a disposición judicial. Tras tomarle declaración el juez ha tomado la decisión de enviarlo a prisión comunicada y sin fianza. 

Hernández Sánchez fue detenido ayer en una vivienda situada en el número 32 de la calle Italia del barrio de Las Alcavaraneras donde se encontraron los cadáveres de sus progenitores, el conociodo poeta local y abogado José Rafael Hernández Santana y María Dolores Sánchez García, que desde hace años padecía la enfermedad degenerativa de alzheimer. 

Las investigaciones apuntan hacia Marcos como presunto autor de las dos muertes, variando la hipótesis principal barajada en el día de ayer, según la cual, Hérnandez Sánchez había acabado con la vida de su padre tras descubrir el cuerpo sin vida de su madre. 

Según lo publicado por EFE el cuerpo de José Rafael presentaba signos de violencia, mientras que la madre podría haber fallecido por causas naturales, algo que ahora fuentes de la Policía ponen en duda. 

El ambiente de consternación se mantiene en el pupular barrio grancanario de Las Alcaravaneras, que siguen sin salir de su asombre ante lo ocurrido. "Era un niño buenísimo. Nadie podía hablar mal de él. Vivía para su madre. Era pura dulzura con ella", declaraba ayer a los medios una vecina. Ahora todos esperan que la situación se aclare, así como el futoro del presunto padricida.