Según la nueva ley establecida, que entró en vigor en agosto, por el gobernador Andrew Cuomo, las autoridades de Nueva York ya no arrestarán a personas que lleven encima una onza de marihuana.

La ley también reduce las penas por haber llevado pequeñas porciones de esta sustancia y ha creado un proceso judicial para eliminar condenas pasadas. Desde la fiscalía de Brooklyn y Manhattan aseguraron que con esto intentaran remendar las condenas injustas que se llevaron a cabo por posesión de marihuana desde finales de la década de los 70, abriéndose ahora un camino para que esas personas eliminen sus registros y para que se les puedan reducir las sanciones.

En 2017 el 86 por ciento de las detenciones por este delito fueron hispanos y afroamericanos, como ha podido comprobar el diario El Caribe.