La noche del sábado el paseo marítimo de Torremolinos fue el escenario de una escena digna de un thriller. Fue en torno a las 21.00 horas cuando la Policía recibió un aviso que alertaba de que se habían oído unos disparos en una zona de chiringuitos de Torremolinos por los que una persona de nacionalidad marroquí había resultado herida. Varios individuos llegaron en una furgoneta blanca, sin cristales en la parte trasera y uno abrió fuego.

El hombre que disparó entró encapuchado en el interior del local, donde la víctima estaba cenando. Le descerrajó varios disparos y huyó. Se subió en la furgoneta blanca que estaba parada fuera y se marcharon. En el restaurante, la Policía Científica habría recogido, al menos, cinco casquillos de bala.

La víctima fue ingresada en el hospital Regional Carlos Haya de Málaga. Se encontraba con vida y fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del citado centro. El hombre presentaba impactos de bala en la cabeza y el abdomen. Finalmente, falleció en la madrugada del domingo.

Las primeras hipótesis apuntan a que podría haber sido un nuevo ajuste de cuentas en la Costa del Sol. El pasado mes de septiembre se dio un caso con similares características. El asesinato de Brian Martos en Estepona. El joven también se encontraba cenando cuando unos encapuchados abrieron fuego contra él, pero consiguió escapar. Al final, lo capturaron a 200 metros del restaurante donde se encontraba. Apareció horas después ejecutado en Algeciras.