Paco Molina solo tenía 16 años cuando desapareció el 2 de julio de 2015. Había quedado con unos amigos y avisó a su padre de que iba a dormir fuera de casa esa noche. A sus amigos les dijo que había quedado en un bar con un amigo que ellos no conocían, pero Isidro preguntó a la mañana siguiente al camarero del establecimiento y le dijo que nadie le había visto en el local.

Isidro siempre ha puesto en duda que su hijo se marchara voluntariamente porque ni se llevó el dinero que tenía en casa, ni tampoco ropa de recambio. La última pista que tiene Isidro es el testimonio de un chófer de la estación de autobuses de Córdoba que le dijo que había visto a Paco había tomando un autobús con destino a Madrid. 

Imagen que muestra un posible cambio físico de Paco Molina 

El caso fue archivado provisionalmente por falta de avances en la investigación, pero a principios de este año el Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba ordenó la reapertura a principios de 2019. La búsqueda del cordobés continúa abierta actualmente y bajo secreto de sumario, por lo que ha transcendido más información que la que hasta ahora se conoce.

No sólo se ha indagado en el territorio español, sino que los investigadores también han estudiado en hasta más de diez países distintos la desaparición del joven Paco Molina, entre los que se encuentran zonas como Irak, Reino Unido e Italia.

A pesar de las pocas respuestas recibidas durante todo este tiempo, los padres del joven desparecido,  que ahora tendría 20 años, no se rinden y siguen sumando esfuerzos para tratar de localizarle.

Con el objetivo de aportar a la causa, un internauta que sigue el caso de cerca realizó una serie de montajes de imágenes de Paco con el fin de ayudar a la investigación. Las imágenes mostraban cambios físicos que podría presentar en la actualidad, con una apariencia física de mayor edad, con barba e incluso con el pelo largo.