El hombre era de mediana edad, aproximadamente unos sesenta años.  Se celebraba el festejo de recortadores, un evento previo a la celebración del Toro Enmaromado. Era justo el comienzo. El torilero se disponía a cerrar las puertas de toriles. Pero el novillo que abría plaza se volvió con rapidez nada más salir al ruedo y embistió con fuerza al operario ensañándose con él. La víctima sufrió cornadas en el cuello que acabaron con su vida.

El torilero fue trasladado a la enfermería de inmediato, donde nada se pudo hacer por salvar su vida. Minutos más tarde se confirmaba la noticia y Toropasión, la empresa organizadora del certamen taurino, anunciaba por megafonía la suspensión del mismo.