El intrépido ciclista fue interceptado en el madrileño distrito de Tetuán.  La gran velocidad que a la que pedaleaba y, sobre todo, que circulaba en sentido contrario, alertaron a los agentes de la Policía Municipal de Madrid que intentaron detenerle cuando se encontraba entre las calles de Villaamil y Burgos, pero no lograron. Finalmente, un vehículo rotulado consiguió darle el alto y el sujeto obedeció.

Droga y dinero incautado al repartidor.

Al pedirle explicaciones y la documentación, el ciclista se mostró nervioso, señal de alarma para los agentes que sospecharon rápidamente, ya que el hombre mantenía su mano en el bolsillo. Los agentes municipales efectuaron un cacheo y encontraron 845 euros en efectivo y las tres bolsas de droga.

Otros casos anteriores de reparto de droga en bici

El detenido manifestó su voluntad de colaborar con la Policía  porque, según confesó, era la primera vez que traficaba. Señaló que tenía más cocaína en su casa en una fiambrera de plástico e instó a ir a su domicilio y pedírselo a su mujer, quien, al parecer,  no sabía lo que había dentro. Los agentes encontraron en la fiambrera   37 gramos de droga y una báscula de precisión. El ciclista ha sido detenido por un delito contra la salud pública.

Pero no es este el primer caso, más bien podría ser ya una práctica común para distribuir droga en pequeñas cantidades a domicilio en Madrid.

Parece que puede convertirse en tendencia, el reparto de droga en bici. 

A finales del mes de julio pasado, la Policía Municipal de Madrid detenía también a otro repartidor de comida a domicilio de 33 años después de que, tras darle el alto por usar el móvil mientras circulaba en bicicleta, descubrieran que transportaba drogas en la mochila isotermo usada para trasladar los pedidos.

Ocurrió en el número 14 de la calle Fernando VI, tras observar los agentes que el individuo circulaba en bicicleta a la vez que manipulaba el teléfono móvil.

Y sucedió lo mismo que en Tetuán. Al darle el alto para identificarlo y notificarle la correspondiente denuncia, el nerviosismo del ciclista hizo sospechar a los policías, quienes le preguntaron si llevaba algo que pudiera comprometerle. El repartidor les mostró una bolsa pequeña con cuatro bolsitas en su interior que contenían una sustancia blanca, aproximadamente de un gramo cada una, que parecía ser heroína.

El ciclista también portaba una mochila isotermo, de las utilizadas para el reparto de comida a domicilio, pero con los paneles modificados artesanalmente con cartón e imánes.

En el interior de la mochila se encontraron diez bolsitas pequeñas con cocaína, siete bolsitas con ketamina, ocho bolsas con cristal, todas ellas de un gramo aproximadamente, así como 28 pastillas de éxtasis, todo ello predispuesto para su venta, señala la Policía de Madrid. El repartidor fue detenido por un presunto delito contra la salud pública.