La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha logrado una victoria judicial en representación de un trabajador de Salvamento Marítimo (SASEMAR) afiliado al sindicato. La entidad acusaba a este empleado de hacer desaparecer documentos propios de la empresa. Desde Salvamento Marítimo habían abierto un expediente con suspensión de 30 días de empleo y sueldo a este afiliado del sindicato más representativo en las administraciones públicas.

El mencionado trabajador expuso su disconformidad por esta sanción ante el CSIF, que llevó a juicio su caso. La empresa SASEMAR acusaba a su empleado de "falta de disciplina, de no comunicar su trabajo a Capitanía Marítima y de abuso de autoridad con sus compañeros". Todos estos argumentos fueron anulados por el Juzgado de Tenerife, que impidió llevar a cabo la citada sanción que pretendía imponer la empresa pública al acusado.

En concreto, este trabajador era un jefe de área de inspección marítima en Canarias en el departamento de operaciones. Le acusaban de “hacer desaparecer, inutilizar, destrozar o causar desperfectos voluntariamente en materiales útiles, herramientas y maquinaría, aparatos, instalaciones, edificios inmobiliarios y documentos de Sasemar”. El juzgado ha desbaratado la sanción que Salvamento Marítimo pretendía imponer y que aún no se había llevado a cabo porque el trabajador estaba de baja laboral.

30 aniversario de Salvamento Marítimo.

La empresa Salvamento Marítimo es una entidad pública empresarial de unos 1.400 trabajadores que responde a las emergencias en el mar con el objetivo de salvaguardar vidas, proteger el medio ambiente y contribuir al control del tráfico marítimo que es lo que este empleado pretendía llevar a cabo “con el menor coste posible”, tal y como se autodefine Sasemar.

A pesar de estos valores, la empresa Sasemar acusó a su empleado de abuso de autoridad con sus compañeros, de no comunicar su trabajo a Capitanía Marítima y de falta de disciplina. “Todos estos argumentos han sido anulados por el Juzgado de Tenerife, lo que ha impedido llevar a cabo la sanción que pretendía imponer la empresa pública. El juicio, ganado por CSIF, demuestra que el empleado no incurrió en falta de disciplina ni respeto a sus superiores”, señala CSIF.