Hace unas semanas, Mascarillas Bejar anunció el lanzamiento de la mascarilla más revolucionaria de todas las que han patentado: la mascarilla compostable, que evidentemente sustituirá a todas las mascarillas que ensucian y contaminan nuestro medio ambiente al ser biodegradable.

La empresa de Béjar, que apostó cuando nadie lo hizo, con dinero propio y sin subvenciones, por ser capaz de fabricar y ayudar a la sociedad, que necesitaba protección ante la COVID-19 cuando no había nada en España ni en Europa, está sufriendo el acoso desde hace muchos meses de varios blogueros.

Alguno de ellos, incluso ha utilizado insultos contra la empresa y persecuciones a sus redes sociales. Coincidiendo con esta campaña, un medio digital nacional se ha unido a las críticas mezclando informaciones y realizando interpretaciones que, según señalan desde Mascarillas Bejar, están completamente alejadas de la realidad.

Una de estas tergiversaciones deriva de la alerta realizada recientemente por la AEMPS en la que pedía el cese voluntario de la comercialización de una partida de mascarillas quirúrgicas. En este caso, no se trata de un incumplimiento o de que las mascarillas sean ilegales, tal y como se ha llegado a señalar, sino de la necesidad de subsanar las alegaciones realizadas por la AEMPS en el marco del cambio de fabrica, lo cual supone una reestructuración para disponer de los trenes de montaje quirúrgicos con las características que pide la AEMPS.

Licencia provisional de la AEMPS en proceso de subsanación.

Sin embargo, según señala la empresa, se ha realizado una “interpretación torticera” por algunos medios sobre una compleja y conocida problemática en vía de solución que ha llevado a publicar un articulo que desde Mascarillas Bejar consideran “difamatorio” y que parece tener como objetivo causar un grave perjuicio a su reputación pública, en el preciso momento en el que se está acelerando la inversión y lanzando nuevos y novedosos productos.

Nuevas instalaciones y mayor inversión 

Esta información puede afectar el trabajo de sus más de 50 empleados en Bejar y otros tantos en Pozuelo de Alarcón, donde tiene su sede administrativa.

La empresa de Béjar ha cambiado hace poco sus instalaciones, trasladándose a una nueva fabrica en la que ha realizado una fuerte inversión para crecer y seguir siendo un referente en el sector textil sanitario español y europeo de futuro.

Su plantilla está creciendo y la expansión de la compañía es una realidad palpable por su volumen y especialización, lo que la ha convertido en una empresa referente en una zona tan perjudicada como la de la España vaciada, en concreto el Valle y la comarca de Béjar.