Lo que no se mide no se puede mejorar. Y lo que no se mejora, se degrada siempre”. Lo dijo el físico y matemático William Thomson Kelvin, y se puede confirmar cada día en cualquier aspecto de nuestras vidas. En el mundo laboral, los indicadores son vitales para optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y aumentar la productividad y beneficios. Pero no todas las organizaciones saben cómo proceder al respecto, seleccionar y gestionar esos indicadores. Y si lo saben, en algunos casos, no disponen de las herramientas y programas informáticos necesarios para obtener esas métricas y poder actuar en consecuencia.

Por ello, disponer de un software completo y adecuado es imprescindible para poder detectar los puntos y áreas de mejora en cualquier organización, medirlos, compararlos y analizarlos. El objetivo es transformar en cifras y datos todo lo que ocurre en una empresa, con sus empleados, proyectos, trabajos… De este modo, cualquier gestor podrá tener un conocimiento real y actualizado de todo lo que tiene a su cargo y podrá tomar las decisiones necesarias para optimizar su trabajo y el de su equipo.

¿Pero cuáles son las métricas fundamentales que debemos extraer y analizar qué más repercuten en la productividad? Joan Pons, Ceo de Workmeter, explica que “hay numerosos parámetros cuyo análisis nos ayudaría a mejorar nuestros beneficios, independientemente del sector empresarial o del tamaño de la empresa. Hay que medir siempre para detectar zonas de mejora”. Para Joan Pons, las métricas imprescindibles por las que comenzar serían las siguientes:

Gracias a estas mediciones, podremos gestionar y tomar decisiones mejor en los siguientes ámbitos

·      Empleo y gestión del tiempo total. Una vez conozcamos cómo desarrolla su jornada cada trabajador, en qué tareas o proyectos se detiene más y avanza o en cuáles está siendo más eficaz, obtendremos la métrica del desempeño, que ayudará a mandos y responsables a reasignar y distribuir tareas y cargas de trabajo de una forma equilibrada a partir de los datos obtenidos.

·      Formación en la autogestión del tiempo a los trabajadores. Si los empleados se habitúan a controlar y gestionar sus propios tiempos, toda la organización gana. El trabajo actual más autónomo y deslocalizado implica más responsabilidad y autocontrol, tanto en el seguimiento de nuestros tiempos y tareas como en los objetivos, y sólo las herramientas digitales adecuadas lo permiten. Esta autogestión del tiempo mejorará directamente la conciliación familiar y el tiempo libre de cada profesional.

·      Oficina vs teletrabajo. Un buen software de gestión de tiempos nos demostrará con datos si está siendo más productivo el trabajo desarrollado en la sede o a distancia y a tomar las decisiones necesarias para aumentar la productividad.