El Consejo de Ministros aprobó recientemente el Bono Joven de Alquiler. Se trata de un plan de ayuda económica, cuyo requisito es tener entre 18 a 35 años y ser ciudadanos españoles, europeos o con residencia legal en España. La ayuda será de 250 euros al mes durante un máximo de dos años.

Este bono es de carácter retroactivo y únicamente pueden acceder a él quiénes tengan una renta anual de menos de 23.725 euros. El Consejo de Ministros ha dado luz verde a los 200 millones de euros que se invertirán en ayudar a los más jóvenes y vulnerables económicamente en sus viviendas, ayudas que podrán complementarse con otras del Plan Estatal de Vivienda.

El alcance de la ayuda en Madrid



La finalidad de esta ayuda es la de apoyar económicamente al sector de la población más joven a la hora de hacer frente a sus gastos de vivienda. Sin embargo, se estima que la ayuda será accesible a entre 60.000 y 70.000 jóvenes, es decir, un 1,7% del total.

Y ante la medida, algunos sectores advierten que la ayuda puede incrementar los precios del alquiler, sobre todo en núcleos urbanos donde existe mucha demanda, como ocurre en Madrid. 

La subvención establece que la renta máxima del inmueble arrendado será de 600 euros porque entiende que si una persona paga más de esa cantidad es porque tiene circunstancias que se lo permiten y no es vulnerable ante los precios del alquiler. Sin embargo, aquellas comunidades que lo deseen podrán establecer el límite en los 900 euros. 

Este podría ser el caso de la Comunidad de Madrid y Cataluña, donde la oferta que existe actualmente en el mercado requiere cuotas de alquiler más altas. En el caso de la capital, los pocos pisos ofertados que tienen ese precio, o bien se encuentran en lugares de la periferia que tienen mala infraestructura de transporte, o no disponen de las necesidades básicas de una vivienda digna. 

Estas subvenciones no parecen ajustarse a la realidad de los jóvenes de ciudades grandes, como Madrid o Barcelona. La emancipación de la población joven sigue siendo un grave problema, al igual que la inflación del sector inmobiliario, ya que cada vez hay más dificultades para acceder a un alquiler de una vivienda digna, a un precio factible.