El vaper es un tipo de dispositivo electrónico que permite inhalar vapor con sabor agradable. Se ha hecho un hueco en la sociedad, como una alternativa al tabaco tradicional. Incluso, muchos lo consideran como un producto más “saludable” al tabaco tradicional, al pensar que no tiene tantos componentes químicos y nocivos como los cigarrillos, pero esto realmente no es así.

Desde elcierredigital.com hablamos con el doctor Darío Fernández, experto en tabaquismo, quien además sacará próximamente una "Guía para no empezar a vapear", que asegura sobre este tema que: "Presentan el vapeo como algo menos dañino que el tabaco, y ambos son igual de dañinos".

El vaper funciona de forma tal que se puede inhalar y exhalar vapor, imitando así la sensación de fumar un cigarrillo tradicional. Sin embargo, el hecho de que se inhale vapor no quiere decir que este no sea nocivo: "Vapear no es inhalar un inocente vapor de agua. Es un aerosol en el cuál hay minerales, compuestos perjudiciales para la salud, sustancias cancerígenas, aromatizantes, saborizantes...", asegura el doctor Darío Fernández.

Los vapers, o cigarrillos electrónicos, han ganado popularidad especialmente entre la gente más joven (en España más de la mitad de los adolescentes de entre 12 y 16 años vapean), creyendo que es menos perjudicial y más seguro que el tabaco convencional o como una alternativa para aquellos fumadores que quieren dejar de fumar tabaco. "Lleva diacetilo, que es seguro consumirlo en alimentos, pero por vía inhalatoria, produce cáncer de pulmón", añade el doctor Fernández.

Los riesgos de vapear

A simple vista, los vapers pueden parecer una alternativa menos nociva que los cigarrillos tradicionales, pero no es así. Al igual que el tabaco, pueden contener nicotina, que los convierte en un producto altamente adictivo.

Las sustancias químicas presentes en los líquidos de vapeo pueden causar problemas de salud graves: "Puede producir bronquitis, asma, ansiedad, depresión, insomnio, pesadillas, mareos, náuseas, diarrea, vómitos y dolores de cabeza. Y problemas en la boca: Inflamación de encías, boca seca, caries...", señala Darío Fernández. "Este lleva una batería de litio que si se sobrecalienta, puede explotar y provocar quemaduras graves", añade. 

Doctor Darío Fernández, experto en tabaquismo

"A diferencia del tabaco tradicional, los vendedores de vaper, no están obligados por ley de advertir sobre los componentes que lleva", señala Darío. Esto supone un riesgo añadido para los clientes, ya que no son plenamente conscientes de lo que están comprando. Y, al igual que con el tabaco existe el fumador pasivo, con el vaper existe el vapeador pasivo.

Una exposición prolongada a este producto tan dañino, también puede provocar problemas más graves en los adolescentes que en las personas adultas, pues al final estos tienen un cerebro que está en crecimiento, y es más sensible a los efectos de estos componentes. Entre sus consecuencias, crean adicción de forma más rápida, y afecta al desarrollo de la memoria y funciones de aprendizaje.

Adolescentes vapean en España

"En España, los jóvenes de 12 años o menos empiezan a vapear, porque las multinacionales han descubierto los grandes efectos del marketing en un cerebro en desarrollo, como el de un adolescente, y con el vaper lo han conseguido estimulando todos los sentidos. Visualmente, con el diseño y los colores del vaper, ya satisfacen sus necesidades, pero también influye el hecho de su olor y sabor, mucho más rico que el del tabaco tradicional, y de todos los sabores posibles; y al tacto es muy agradable y fomenta el hábito mano-boca", asegura el doctor experto en tabaquismo Darío Fernández.

Joven fumando un cigarrillo electrónico

Las opiniones de la gente son, generalmente, muy positivas respecto al vapeo. Se convierte en un producto sustitutivo que puede consumirse en interiores y exteriores sin ningún tipo de restricción, del mismo modo que resulta más beneficioso en comparación con el tabaco.

En este sentido, la mayoría de los jóvenes creen que el vaper es menos peligroso que el tabaco tradicional, porque entienden que a diferencia del tabaco, inhalas "vapor", deja un buen olor, tiene buen sabor y su diseño, es más atractivo a la vista. Sin embargo, ambos son igual de nocivos para la salud: "Vapear, no supone una antesala para dejar de fumar tabaco, sino todo lo contrario, es una puerta de entrada a volverse adicto al consumo de tabaco tradicional", concluye el doctor Darío Fernández.