El Ministerio de Consumo sigue volcado en frenar la epidemia del juego en España. Alberto Garzón reguló la publicidad de las apuestas y juegos de azar en el verano de 2021 con la intención de evitar que famosos siguieran ejerciendo de anunciantes. 

La prohibición de bonos de bienvenidaanunciarse en camisetas de fútbol o la imposibilidad de emitir publicidad del juego en horarios centrales de televisión y radio fueron otras de las medidas estrella de Garzón que, tras amagar con una regulación débil acabó adaptando el texto que regía desde 2019 en Italia. 

Multas por doquier

La falta de competencias de Consumo le están llevando a especializarse en contener al juego mediante sanciones por infracciones graves o muy graves que afectaron a 20 operadores del sector de las apuestas y juegos de azar online en España en el segundo semestre de 2022. 

Siete de estas resoluciones han sido infracciones muy graves que suponen la inhabilitación de los operadores de juego por un periodo de dos años. 

Las sanciones

La Dirección General de Ordenación del Juego asegura que los 7 operadores han sido castigados con multas de 5 millones de euros cada uno, lo que supone una cuantía total en este capítulo de 35 millones de euros.

Y afirman que han detectado infracciones graves en otros 13 operadores del sector de las apuestas y juegos de azar online durante los últimos seis meses de 2022. "En estos casos, las multas ascienden, en total, a 560.000 euros", aseguran. 

Alberto Garzón. 

"De los 13 operadores sancionados, nueve de ellos incumplieron las normas del Real Decreto de publicidad de las actividades del juego y recibieron apercibimientos por escrito o multas de 10.000 euros. Otros cuatro operadores recibieron sanciones de entre 125.000 y 160.000 euros por permitir jugar a personas que se han autoexcluido en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego o incumplir requisitos técnicos", añaden. 

Desde julio de 2021 hasta 92 operadores (19 en el segundo semestre de 2021 y 73 en 2022) han recibido multas por valor de 181 millones de euros.

La explicación de la regulación

Alberto Garzón aseguró hace dos años que la regulación se debía a que desde 2015 se habían disparado las apuestas deportivas: "Once, loterías o bingos también están incluidos, pero no al mismo nivel porque no todas afectan igual. No igual que las apuestas: hemos sido muy sutiles al identificar los riesgos. Todo juego de azar los tiene, el que tiene un problema con el juego juega a todo. La cuestión es cómo se llega a este problema: la probabilidad de que se desarrolle con las apuestas es muchísimo más alta que con cualquier otro juego. Además afecta más a un perfil de personas jóvenes con vínculos al deporte". 

Garzón afirmó que no hay contradicción con la regulación y el hecho de que el Estado organice la Lotería de la Navidad: "La evidencia científica separa muy claramente los peligros del juego de azar instantáneo, con los del juego de azar diferidos. Si compro un boleto en septiembre y sé si tengo premio en diciembre, la probabilidad de que eso me incite a un consumo compulsivo es muy baja. Si el juego es instantáneo, entras en una dinámica en la que de pronto puedes hacer muchas apuestas seguidas y encadenadas". 

"Ese es, según los científicos, el verdadero peligro. El que entra por el juego instantáneo puede jugar también al diferido, porque juega a todo, pero es muy improbable que el que sólo juega al diferido desarrolle comportamientos compulsivos", añadió. 

IU recordó que el juego afecta a los colectivos más vulnerables

Izquierda Unida había denunciado "tanto ésta como otros tipos de adicciones tienen una especial incidencia no solo entre los grupos más vulnerables de la clase trabajadora, sino que se dirige premeditadamente y se busca extender precisamente en los ambientes y barrios más desfavorecidos. Sus efectos los terminan pagando las personas jóvenes o aquellas con menos ingresos, cuyos problemas se agravan. La responsabilidad y el trabajo político están ahí para evitarlo", añaden. 

"Los datos concretos están ahí: mientras los fondos dedicados a promocionar el juego a toda costa se triplicaban en los últimos cuatro años, el consumo de juegos de azar entre jóvenes de 18 a 25 años pasaba del 28% de los nuevos jugadores en esta franja de edad en 2017, a aumentar 12 puntos y alcanzar el 40% apenas dos años después", añadieron.