La cistitis es una enfermedad que acompaña a más de la mitad de las mujeres al menos una vez en su vida. También se hace presente en hombres, pero con bastante menos frecuencia. Ocurre por microbios que se alojan en la vejiga y que no son expulsados a tiempo, y por la entrada de estos microorganismos a través de la uretra.

En condiciones normales, el cuerpo es capaz de deshacerse de esas bacterias malignas mediante la micción, pero agentes internos y externos pueden entorpecer este funcionamiento. Lo bueno es que la mayoría de estos factores los controlamos porque están relacionados con nuestro estilo de vida.

La cistitis, es causada por microbios (generalmente bacterias, en especial la Escherichia coli), que ingresan a la vejiga a través de la uretra,  se adhieren a las paredes de la vejiga, donde se reproducen y se desarrolla la infección.

Las mujeres son más propensas a padecer la infección urinaria por su anatomía: su uretra es más corta que la masculina, además de ser más accesible para las bacterias por estar próxima al ano.

Síntomas más comunes de la cistitis

El diagnóstico es bastante sencillo en líneas generales porque se caracteriza por el mal olor de la orina y dolor al orinar, aunque otros indicios varían de persona a persona. 

Los síntomas más frecuentes de la cistitis son los siguientes:

Es una enfermedad fácil de evitar si se adquieren determinadas acciones en nuestro estilo de vida. Por lo tanto, los siguientes consejos sobre cómo prevenir la cistitis están orientados al cambio de hábitos:

A este cambio de hábitos hay que acompañarlo de una dieta equilibra para reforzar el correcto funcionamiento del sistema inmune. 

Evitar el exceso de café y alcohol también contribuyen porque espesan la orina e irritan las paredes de la vejiga. Incrementar la ingesta de frutas y verduras es buena idea por su alto contenido en agua.