El Comité de Bioética, el órgano asesor adscrito al Ministerio de Sanidad que se creó durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, prevé poner el foco en la ley de reproducción asistida.

Este Comité quiere plantear el debate que se está dando en muchos otros países sobre las donaciones de espermatozoides y óvulos, si deben continuar siendo anónimas o, por el contrario, el niño nacido por estás técnicas tiene derecho a conocer su pasado biológico, según ha afirmado El Periódico.

Se da la paradoja de que la reforma de la ley de adopción del 2015 permitió precisamente a los hijos adoptados saber quiénes son sus progenitores biológicos a partir de los 18 años. Pero no sucede lo mismo con los nacidos por fecundación in vitro u otras técnicas gracias a uno o dos donantes de gametos, pese a que esta situación puede entrar en colisión con el derecho a la identidad, en el que se incluye el pasado biológico, y con los avances en medicina preventiva y predictiva, que utilizan en gran parte los antecedentes familiares del usuario.

España es uno de los países con más clínicas de reproducción asistida del mundo con alrededor de 400 centros. En 2015 nacieron dentro del territorio nacional 2.801 bebés concebidos mediante estas técnicas de reproducción humana asistida (TRHA) utilizando semen de donantes (un 0,7 por ciento del total), según los últimos datos del registro de actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).

Tendencia

Las donaciones en España son, por ley, totalmente anónimas, salvo en casos excepcionales en los que corra peligra la vida del nacido. Es decir, el donante nunca sabe quien es la receptora o el nacido y viceversa; una situación que se mantendrá con el registro.

Así se realiza la fecundación in vitro

La mayor parte de las legislaciones extranjeras que se ocuparon de regular por primera vez las técnicas de reproducción asistida establecieron con carácter general el anonimato del donante, pero “con el paso del tiempo son varios países que han optado por innovar en sus legislaciones, levantando el velo del donante en beneficio del hijo”.

Esto ha sucedido en Alemania, Suecia, Reino Unido o Portugal, que han decidido dar un paso adelante y dar a conocer la identidad del donante, una tendencia que podría afectar en un futuro a España.

Un proceso no tan sencillo y no tan rápido

A pesar de los números y a la creencia generalizada, donar esperma no es un proceso tan fácil ni tan rápido, ya que se tardan meses en saber si un candidato es válido y tan solo se acepta uno de cada diez. Este, a su vez, solo puede donar para seis bebés nacidos y tiene la obligación de informar, en cada proceso, de aquellos a los que se haya sometido con anterioridad, cuándo y dónde.

Fecundación in vitro

El registro nacional de donantes en el que los centros clínicos estarían obligados a introducir el historial de sus donantes se encuentra en fase piloto, por lo que la fecundación in vitro a veces es un proceso complicado y lento.