Desde que Illa aterrizó en Cataluña pretende llegar a las elecciones como invicto. No quiere criticar a ninguno de sus adversarios. Sabe que los mayores errores que ha cometido el PSC en su historia pasan por haber asumido las políticas nacionalistas siempre que ha estado en el gobierno.

Ahora quiere pasar página, la mejor idea que ha tenido en mitad de la pandemia es hablar de empleo. Promete crear cerca de 150.000 puestos de trabajos en Cataluña. Es verdad que no conocemos su bagaje como economista pero desde luego su gestión en Sanidad no ha sido sobresaliente.

Illa asegura que no está dispuesto a seguir la ruta secesionista pero también asegura que no piensa gobernar gracias a VOX. Y ya sabemos que donde dije digo, digo Diego.

Entonces, ¿en qué quedamos? El que partía con mejores pronósticos para ser ganador afirma que no pactará con una ERC que se alía con Arnaldo Otegui (Bildu) en campaña; ni con VOX por el lado constitucionalista. Esperemos que la estrategia no se repita y quiera convertirse en el perfecto líder de la oposición como ya hemos visto en Cataluña con líderes dispuestos a ganar pero no a presentarse a la investidura.