Son muchas las veces en la que hemos visto al líder de VOX salir abanderado en cualquier ciudad o pueblo de España contra aquellos que pretenden amedrentarle. Esa estrategia beligerante le confiere muchos seguidores por su comportamiento atrevido y enérgico.

El pasado sábado, en un acto en el conjunto monumental de la Seu Vella de Lleida se vio perseguido por manifestantes que le increpaban a su llegada. Había tantos policías y guardaespaldas como agresores. Este clima le es propicio al partido de extrema derecha.

Para conseguir que las imágenes distribuidas por los medios no caigan en la monotonía y con el fin de erigirse en valedor contra los que intimidan por la fuerza, VOX promoverá en el Parlamento Europeo un debate extraordinario sobre «la violencia contra Vox» obligando a que el resto de grupos se posicionen.