El Real Madrid acaba de proclamarse campeón de la Liga tras haber ganado su encuentro contra el Cádiz CF por 3-0 y después de que el FC Barcelona haya perdido frente al Girona CF por 4-2, aunque no está claro todavía si habrá fiesta de celebración en la plaza de la Cibeles por el título debido a que en cuatro días el conjunto blanco juega la vuelta de las semifinales de la Champions ante el Bayern de Múnich. El Real Madrid ha ganado 102 títulos en total si sumamos campeonatos nacionales e internacionales a su palmarés.

Hace un tiempo las aficiones del equipo rojiblanco y la afición festejan los éxitos en la fuente de Neptuno, pero hubo un tiempo en que fue diferente. La fuente de Cibeles acogió a los colchoneros en el año 1962, pero el Mundial del 1986 y la Quinta del Buitre cambiaron las cosas. Fue el 18 de junio de 1986, en el estadio de La Corregidora, en la ciudad mexicana de Querétaro, España superó a Dinamarca por cinco goles a uno, con una actuación portentosa de Emilio Butragueño, que anotó aquel día cuatro tantos. La selección española avanzaba así a los cuartos de final de un Mundial de fútbol que acabaría consagrando y convirtiendo en ‘semidiós’ a Diego Armando Maradona.

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El Real Madrid campeón de liga, el origen de sus celebraciones en Cibeles

El equipo del Atlético celebra sus títulos en la fuente de Neptuno, pero no siempre fue así. De hecho, la hinchada rojiblanca hizo suya antes a Cibeles como escenario para sus celebraciones. Un tiempo más tarde llegó el equipo del Real Madrid, y el sentir  de los aficionados promovió que, festejo tras festejo, cada afición y cada equipo se quedara con una de las fuentes, vecinas entre sí. Todo ha cambiado mucho desde 1962.

En realidad, el club rojiblanco ya hizo un guiño a la diosa Cibeles tiempo atrás. En 1953 el Atleti cumplió 50 años y para celebrar las Bodas de Oro, se diseñó un trofeo en el que aparece la estatua de Cibeles, alrededor de la cual cuatro chicos levantan una bandeja con el escudo del Atlético, presidido entonces por el Marqués de Florida.

El 5 de septiembre de 1962, el Atlético conquistó la Recopa de Europa ante la Fiorentina. Y allí, en la fuente de Cibeles, se congregó por primera vez una multitud de aficionados para celebrar un éxito deportivo. La sede del Atlético se encontraba por entonces en el número 22 de la calle Barquillo a pocos metros de la plaza y por lo que es probable que algunos animados seguidores colchoneros corrieran calle Alcalá abajo y desembocaron ante la diosa.

Fue una reunión improvisada frente a la Cibeles. Entonces no sabían que estaban abriendo una tradición. Y el madridismo se apuntó a ella. De hecho, durante muchos años la diosa compartió su espacio a ambas acciones para que celebraran sus triunfos.

Las celebraciones ‘históricas’ en Cibeles

Uno de los festejos más sonados fue en 1986, con el 5-1 de España a Dinamarca en el Mundial. Fueron además años de éxitos para el Madrid, que ganó cinco Ligas seguidas, celebradas en Cibeles junto a centenares de hinchas. Así, la diosa empezó a asociarse con el equipo blanco.

La afición del Atlético empezó a replantearse el vínculo. En 1991, los rojiblancos ganaron la Copa del Rey al Mallorca (1-0). La final fue en el Bernabéu, así que la inercia de bajar la Castellana invitaba a acudir a Cibeles a celebrar, pero un cambio de guion y los hinchas decidieron avanzar medio kilómetro más, hasta la fuente de Neptuno. El dios del mar y de las aguas fue el centro del festejo y así ha sido desde entonces. Desde entonces, ya sí, Real Madrid y Atlético tienen su fuente y su divinidad para celebrar sus grandes éxitos.

La historia de la icónica fuente

La fuente de la Cibeles fue concebida dentro de un plan de remodelación urbana en el siglo XVIII por iniciativa del rey Carlos III, quien planeaba embellecer la capital del reino según la estética del neoclasicismo. El proyecto incluía una serie de fuentes esculpidas con motivos mitológicos clásicos, como la Fuente de Neptuno, la Fuente de Apolo, un Museo de Ciencias Naturales, el actual Museo del Prado, el Real Jardín Botánico, el ajardinamiento de la zona y otras propuestas que finalmente no se materializaron.

Por la belleza y amenidad del lugar una vez concluido, fue conocido entre los madrileños como "Salón del Prado", y se convirtió inmediatamente en uno de los lugares más populares de la ciudad.

Historia de la plaza de Cibeles, el lugar de celebración del Real Madrid

La fuente representa a la diosa romana Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por dos leones, los personajes mitológicos Hipomenes y Atalanta. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol y el resto en piedra. La escultura de la diosa es obra de Francisco Gutiérrez. 

Esta fuente fue recreada por el arquitecto español Ventura Rodríguez que realizó el proyecto entre los años 1777 y 1782. Ventura Rodríguez, Maestro Mayor de la Villa y de sus Fuentes y viajes de agua, diseñó la fuente mediante unos dibujos a lápiz y papel. Quiso compaginar la función ornamental con la práctica, creando una figura infantil con una jarra de la que brotaba un surtidor de agua potable para el uso público. Para la construcción de la fuente fueron empleados unos 10.000 kilos de piedra.

El escultor Francisco Gutiérrez Arribas esculpió la figura de la diosa Cibeles y las ruedas del carro y el francés Roberto Michel esculpió los dos leones. Miguel Jiménez cobró 8.400 reales por labrar las cenefas decorativas del carro. Estos tres artistas trabajaron en equipo.

Las actualizaciones de la Cibeles

En 1791 el nuevo Maestro Mayor de Madrid, Juan de Villanueva, propuso disponer en los costados de la fuente dos esculturas de piedra de un dragón y un oso, obra de Alfonso Bergaz hijo, que arrojaban agua por unos caños de bronce insertos en sus bocas. El dragón se destinó para uso público y el oso para que llenasen sus barriles los 50 aguadores que se acabarían asignando a la fuente.1​ En 1862 el dragón y el oso fueron retirados.

Ya en su ubicación actual, poco a poco, al elevarse las rasantes de su entorno por la renovación de la edificación circundante, la gran pila de agua de la fuente ha ido quedando semienterrada.

La diosa de corte clasicista lleva en sus manos un cetro y las llaves de la ciudad y corona torreada, símbolo de poder y protección de la ciudad. Los leones representan a los personajes mitológicos Hipomenes y Atalanta, la gran cazadora del grupo de Artemisa. 

Bajo la fuente fluye un río subterráneo encargado de nutrirla de agua, el Canal de las Pascuala o de Oropesa, un antiguo arroyo que atravesaba la ciudad. Lo cierto es que existen hasta cuatro fuentes diferentes que reciben este nombre, y es precisamente la popularidad de esta fuente madrileña la que ha motivado que en diferentes lugares del mundo se hayan erigido hasta cuatro réplicas suyas.