A la Historia de España pasó con todos los honores el año 1931, no en vano fue el año de la caída de la centenaria Monarquía de los Borbones y la llegada de la esperanzadora Segunda República. Lo contrario que 1930, que pasó sin pena ni gloria, si acaso por la dimisión del Dictador Primo de Rivera y la torpe maniobra de la "Dictablanda". Pero, para la intrahistoria galdosiana fue un año decisivo, porque, ciertamente, se produjo la estampida política más grande que se había conocido en la zarandeada piel de toro ibérica. De pronto, y sin ponerse de acuerdo, todos se pusieron contra la Monarquía, desde los obispos a la Guardia Civil, pasando por conservadores, liberales, izquierdas, derechas, intelectuales y hasta las monjas de clausura. Baste con recordar a Sánchez Guerra, Alcalá Zamora, Melquiades Alvarez, Ossorio y Gallardo, Cambó, Santiago Alba, Azaña, Indalecio Prieto, Julián Besteiro, Largo Caballero, Lerroux, Unamuno, "Azorín", Ortega, Bergamín, Sánchez Albornoz... y muchos más, que a lo largo del año se manifestaron contra la Monarquía ("Delenda est Monarchía") y se entusiasmaron con la Nueva República.
Sin embargo, el caso más curioso de todos los "cambios de chaqueta" fue el de Miguel Maura, el hijo del gran Antonio Maura y hermano de Gabriel Maura, Ministro del último Gobierno de Alfonso Xlll. Según cuenta él mismo en su obra "Así cayó Alfonso Xlll" hasta fue a despedirse de su Majestad y decirle que se "pasaba" al campo republicano. Pero lean su propia versión:
"Bajaba el Rey diariamente al tiro de pichón, y habían convenido con mi hermano que nos recibiría, a las dos y media de la tarde, unos momentos en sus habitaciones particulares, mientras se cambiaba de ropa para ir a la Casa de Campo. Así se hizo. Un día de mediados de febrero pasamos a su habitación tocador, donde terminaba de vestirse. Estaba, claro es, Don Alfonso advertido por mi hermano del motivo de mi visita, que era oficialmente, el de despedirme de él antes de dar el paso al campo republicano.
¡Ah!, de todo aquello hace hoy, 14 de abril del 2019, 88 años... aunque no se ha olvidado y algunos sueñen ya con una Tercera República.