Netflix, la mayor plataforma de televisión de pago del mundo, se integrará en la parrilla de Movistar a partir del próximo 10 de diciembre. Este es el resultado de la alianza de Telefónica con la plataforma norteamericana firmada el pasado mes de mayo.  En principio, Netflix se integrará en los paquetes Fusión Selección, Fusión Total y Fusión Total Plus. Una integración esperada por muchos de los clientes de Telefónica pero que llega tarde, muy tarde, ya que la plataforma arrancó en España el 20 de octubre de 2015.

Pero lo que ahora es alegría, alabanzas y proyectos de futuro, no lo fue hace tres años. La llegada a España de la mano de su competidora Vodafone no sentó bien a la operadora entonces presidida por César Alierta que jugo todas sus cartas para desprestigiar a la plataforma norteamericana: desde lanzar comparativas de calidad de sus emisiones hasta comparar el número de sus plataformas. Para eso tenía una carta poderosa, su poder como anunciante. Pero a pesar de todo ello, no pudo con un gigante en los contenidos por Internet como es Netflix que no solo se consolidó en España, no paró de crecer e incrementar la competencia a Movistar.

Mejor acompañado y… cobrando

José María Álvarez Pallete, que parece obsesionado en tener todos los contenidos para Telefónica, sí vio que era imposible competir con una plataforma que le quitaba suscriptores y especialmente llevaba a que el consumo de contenidos (y contratación) de paquetes de series fuera menor y se resintiera su facturación. Al final no quedo otra opción que pactar. Toda una rendición en toda regla de lo que fue la política de su antecesor que si se hubiera producido antes hubiera producido un perjuicio económico mucho menor.

 

Eso sí, la promoción de esta integración de Netflix para los clientes va a ser muy corta. Desde el próximo 5 de febrero se producirá una nueva “reordenación de las tarifas” un eufemismo para una nueva subida que irá desde los cinco euros al mes hasta los quince, dependiendo del paquete y las líneas de móviles controladas. El resultado es que la tarifa más cara para un cliente de Movistar Fusión se dispara hasta los 180 euros. Rendirse tiene un precio… aunque lo paguen los clientes.