El juicio contra Dani Alves por la presunta agresión sexual en la discoteca barcelonesa Sutton en la madrugada del 30 al 31 de diciembre concluyó el pasado 7 de febrero en la sección 21 de la Audiencia de Barcelona. El futbolista brasileño declaró que las relaciones fueron consentidas y que la joven no le pidió parar en ningún momento. Alves también alegó su supuesto alto estado de embriaguez. Tras la última jornada del juicio, el tribunal contó con 20 días para decidir y dictaminar la sentencia, por lo que solo quedarían diez días como máximo para conocer el fallo.

La Fiscalía solicitó 9 años de cárcel, una indemnización para la víctima de 150.000 euros y diez años de libertad vigilada. La acusación particular, ejercida por la denunciante, eleva la pena de prisión hasta los 12 de años, la máxima prevista para este tipo de casos. La defensa de Alves, representada por Inés Guardiola, solicitó la absolución del futbolista o el atenuante de embriaguez por el alcohol que bebió la noche en la que supuestamente ocurrieron los hechos. 

/ Dani Alves.

Dani Alves.

Cabe recalcar que el brasileño lleva más de un año –desde enero de 2023– en prisión preventiva en el Centro Penitenciario Brians 2, en Barcelona. Fuentes jurídicas consultadas por elcierredigital.com explican que "en estos momentos Alves será condenado por agresión sexual y se revisa por cuánto tiempo será su pena de prisión".

Estas mismas fuentes señalan, que según nuestro sistema jurídico, “si el tribunal le declarase inocente o si le hubieran condenado a una pena de prisión menor a dos años, ya le habrían puesto en libertad antes de que la sentencia saliera a la luz. Es algo que se decide inmediatamente, y más tratándose de una persona que no tiene antecedentes penales y que lleva más de un año en prisión preventiva”.

“Ahora, el Tribunal está debatiendo qué pena se le pone entre los dos y doce años de prisión. Por ende, el tribunal no ha aceptado la solicitud de absolución realizada por la defensa del brasileño y habrá que ver si lo hace con el atenuante de embriaguez”, concluyen las mismas fuentes jurídicas.

La declaración de Alves y las explicaciones de la Fiscalía


En su declaración Alves explicó que bebió "dos botellas de vino y alguna copa en el restaurante" y posteriormente "siguió bebiendo hasta que llegaron a la discoteca, alrededor de las 2.30 horas de la mañana". Respecto a la denunciante relató que no notaron que las chicas con las que interactuaron estuviesen incómodas y que, además, sí percibió "mucha tensión sexual" entre él y la víctima cuando estuvieron bailando.

A esto ha añadió que la chica le “restregó sus partes íntimas” para perrear y le realizó “tocamientos”. Posteriormente argumentó que no tuvo que insistir para ir al baño y que acto seguido le “empezó a hacer una felación”. El jugador también negó que la abofetease o insultase en ningún momento. Según Alves, las relaciones "fueron consentidas" en todo momento y la joven no le pidió parar en ningún momento. 

Dani Alves

Dani Alves.

Respecto al hecho de haber cambiado de versión en cinco ocasiones, el acusado aseguró que durante la fase de instrucción del caso ha mantenido una única versión de los hechos. Finalmente Alves rompió a llorar y desveló que cuando abonó la indemnización de 150.000 euros estaba “arruinado”, ya que le cancelaron los patrocinios y le echaron del equipo en el que militaba. Fuentes jurídicas señalaban ante elcierredigital.com que “tras tanto cambio de declaraciones y abogados por parte de Alves y ante lo expuesto en el juicio, el brasileño lo tiene muy complicado”.

 Por su parte la Fiscalía mantuvo en la vista que “todas las mujeres nos hemos sentido incómodas y no nos hemos marchado. Nadie se piensa que una situación incómoda puede acabar con una agresión sexual”.

La Fiscalía narró que "Alves la cogió y acercó su boca a su pene. Después, la penetró por detrás y eyaculó dentro y fuera. También le propinó bofetadas en la cara cuando estaba en el suelo. Le dijo 'di que eres mi putita'". Ante lo expuesto en el juicio, dio plena veracidad al relato de la presunta víctima. 

La declaración de forenses y psicólogos


Los primeros en declarar en la última sesión del juicio fueron los médicos del Hospital Clínic de Barcelona que atendieron a la denunciante tras los hechos. Uno de los médicos declaró que la joven solo les dijo que un hombre la había encerrado en un baño y no la dejó salir. Este médico observó que el relato de la joven era coherente y que presentaba un “cuadro de estrés postraumático”.

Asimismo, los médicos forenses recalcaron que no toda agresión sexual va vinculada a lesiones vaginales, ya que el “70 por ciento de las mujeres que llegan al servicio de este hospital no presentan lesiones”. Sin embargo, el perito de la defensa, Jaume Aiguader, manifestó que “la ausencia de alguna tumefacción me hace pensar que el coito no fue tan traumático”. Otra de las forenses presentadas por la defensa declaró que “la denunciante mostraba más ansiedad que estrés post traumático”.

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Discoteca Sutton.

Tras la declaración de ambos peritos, las psicólogas de la acusación remarcaron que el brasileño podía distinguir esa noche entre el bien y el mal, mientras que las de la defensa mantuvieron la línea de que Alves estaba ebrio. Para demostrar esto, las psicólogas contratadas por la defensa aportaron los tickets de las consumiciones de Alves esa noche. Sin embargo, esto no demostraba cuánta cantidad de alcohol bebió. 

Cabe recordar que la defensa de Alves trató de alcanzar un pacto de conformidad con la acusación particular y con la Fiscalía. Sin embargo, no se pudo alcanzar porque la acusación solicitaba unos años de prisión que la defensa de Alves no aceptó, ya que según ellos la relación fue consentida. El pacto ofrecido por la defensa incluía una pena mínima y una cuantiosa indemnización.