El pasado mes de febrero la mujer del detenido interpuso una denuncia en la que aseguraba haber recibido un sobre blanco sin franqueo ni remitente, con una nota donde era amenazaba con daños físicos. La petición, para no llevar a cabo las amenazas, era dejar de publicar sus fotografías en el perfil de Instagram. En los mensajes se hacía referencia a cuestiones de la vida personal y cotidiana de la mujer que únicamente podían conocer personas del entorno o alguien que estuviera vigilándola.

Poco después de la denuncia, la pareja de la mujer denunciaba ante la policía haber sido víctima de un secuestro y de lesiones físicas. El hombre en su declaración explicó que, tras dejar a su compañera en casa, fue amenazado con arma blanca por un individuo. Este le obligó a dirigirse a un parque, cercano a la playa del Arbeyal, donde se encontraban dos secuestradores más.

Según la supuesta víctima, estos tres hombres le presionaron para que dejara la relación con su pareja. Además, tuvo que ser atendido en un centro sanitario por un corte en la pierna hecho por los supuestos secuestradores. Desde un primer momento, el relato del secuestro provocó las sospechas de los agentes de Policía. Las investigaciones constataron que los testimonios de esta persona eran inciertos o alejados de la realidad.

El secuestro no fue la única simulación de este gijonés. Durante un período de su relación, simuló padecer un cáncer terminal para evitar que su pareja le dejase. Nuevamente, el fruto de la investigación policial dio a conocer que este hombre no había sido tratado nunca de ninguna patología grave.

El hombre fue detenido por la policía y finalmente, en la comisaría de Gijón, reconoció haber falseado la denuncia y el secuestro. Este hombre no presenta antecedentes ni reseñas policiales previas. A la espera de un juicio por este delito de falsa denuncia, el acusado fue puesto en libertad con cargos.