Jonas, el niño alemán de 7 años cuyo padre, Thomas, mató a su madre, Silvia, y a su hermano mayor a pedradas en una cueva de Adeje, en Tenerife, no sabe todavía que su madre y su hermano han muerto, solo que su padre estaba pegando a su madre y por eso salió corriendo.

El pequeño, que está a punto de cumplir 8 años, continúa en un centro tutelado por el Gobierno de Canarias en Tenerife a la espera de poder regresar a su país, algo que sucederá hasta que algún familiar se haga cargo de él, o bien lo haga un sacerdote germano amigo de la familia, como ésta había apuntado.

Thomas, padre de Jonas y presunto asesino de su madre y hermano, con la Guardia Civil durante la reconstrucción de los crímenes.

Los psicólogos que le atienden creen que debe ser sus familiares de Alemania quienes le comuniquen el trágico desenlace. De los cuatro miembros de la familia de Jonas, todos ellos alemanes, éste está solo en un centro de acogida canario por orden judicial, su padre está en prisión y su madre y su hermano, muertos.

Según los cuidadores del centro, Jonas se alimenta y duerme bien, realiza actividades con sus compañeros y, aunque no habla español, parece haberse integrado bien en el centro, dadas sus circunstancias. Es el Consulado de Alemania quien lleva a cabo trámites con las autoridades canarias sobre el futuro de Jonas, que este lunes prestó declaración en solitario y ésta fue grabada para evitar que tenga que comparecer en una vista oral.

En el consulado creen que debería volver lo antes posible a Alemania, pero será el Juzgado quien decida su futuro. El niño es visitado por el cura alemán amigo de la familia que le queda en Alemania, que podría hacerse cargo de su tutela, aunque aún es pronto para valorar esa situación. La autoridad judicial al cargo de este doble asesinato en Adeje está a la espera de recibir toda documentación del Consulado alemán para tomar una decisión.