El poderoso empresario Rafael Gómez Arribas conoció hace apenas un mes la aprobación del Gobierno de Baleares del pago de 86,7 millones de euros a su empresa, CR International Airport (Cria), por un proyecto inmobiliario que iba a levantar en Ibiza, y que fue suspendido cuando ya se estaban construyendo los pisos. Gómez Arribas ha empleado esta indemnización en hacer frente al pago de la deuda que dejó la empresa anterior en torno al aeropuerto de Ciudad Real y, de esta manera, conseguir hacerse con la infraestructura aérea.

La decisión de hacerse con el dominio del aeródromo, inoperativo desde el año 2012, ha estado cargada de polémica y que ha tardado en llevarse a cabo varios años. Gómez Arribas se adjudicó el aeropuerto en abril de 2016 ofreciendo 58 millones de euros, pero el empresario sólo había podido sufragar unos tres millones de euros quedando pendiente el pago de más de 50. El juez Carmelo Ordoñez, a cargo del Juzgado Mercantil de Ciudad Real, aceptó la cesión del derecho de cobro de la deuda del Gobierno balear para pagar el aeropuerto, y en julio autorizó la venta a la empresa de Rafael Gómez Arribas.

Podrían inhabilitarle

A pesar del ‘pelotazo’ con la polémica compra del aeropuerto, no todo son buenas noticias para Gómez Arribas. A finales de noviembre, el BOE publicó la declaración de concurso necesario de una de sus diversas firmas, Reformas de Pisos, según la cual el magnate podría ser inhabilitado para administrar empresas.

Tras la publicación de esta declaración de concurso necesario de la inmobiliaria de Arribas el 23 de noviembre, el Juzgado Mercantil número 9 de Madrid designó como administrador concursal de la sociedad a Francisco Javier Fresno Contreras, quien ha habilitado una dirección de Internet para que los acreedores comuniquen sus créditos.

Dentro de la declaración de concurso necesario está contemplado que en la fase de liquidación de la empresa se abre también fase de calificación, pudiendo ser declarado el concurso como culpable. Si se diera este caso, el administrador de la compañía afronta un posible embargo de sus bienes, así como su inhabilitación para administrar bienes ajenos durante cierto periodo de tiempo.

De trabajar en Iberia a levantar un imperio

Rafael Gómez Arribas ha dedicado toda su vida a los negocios del ladrillo, que le han reportado una importante fortuna, así como numerosas deudas y demandas. Pero no siempre estuvo ligado al mundo de los negocios.

El empresario cuenta con una larga trayectoria como ingeniero aeronáutico, título que le sirvió para trabajar durante 22 años en la aerolínea Iberia. Además, Rafael es abogado y tuvo un pasado como funcionario del Estado. Tal y como se observa en el BOE del 6 de abril del año 1973, aparece como miembro de un tribunal de oposiciones para calificar las reválidas de los estudios de Coordinador de datos y Operador en el Instituto de Informática.

Rafael Gómez Arribas

Dos años antes, se casó con la que sería, además de su compañera sentimental, la persona con la que emprendería sus negocios y desarrollaría el imperio urbanístico, María Francisca López-Brea Espeso. María Francisca pertenece a una familia pudiente, estrechamente ligada al mercado inmobiliario. Los López-Brea poseen un emporio de entidades mercantiles, teniendo a la cabeza la empresa López-Brea Servicios inmobiliarios, de la que participan o han participado la mayor parte de los miembros de la familia. Se trata de una compañía que trabaja “con inmuebles de calidad y zonas exclusivas de Madrid”.

Se casaron el 4 de febrero de 1971, un enlace que tuvo lugar en la iglesia parroquial de Santa Rita y posterior banquete en el restaurante José Luis de Illescas (Toledo). María Francisca, como ya hemos comentado, también está metida de lleno en el mercado inmobiliario, tanto en las empresas de su familia como en las de su marido, habiendo llegado a dirigir algunas de sus múltiples firmas, como Realizaciones de Piso Tienda, entre otras.

Una deuda de 13 millones de euros

El compendio de empresas del magnate inmobiliario asciende actualmente a casi una treintena de sociedades, la mayoría dedicadas a la construcción y con sede social en Serrano 38. Algunas de estas corporaciones le han convertido en uno de los mayores morosos que tiene Hacienda en su lista negra, acumulando una deuda de 13 millones de euros. La deuda millonaria con el Ministerio Fiscal viene principalmente de la empresa a su nombre Reformas de Pisos y es superior a la declarada en el año 2017, que rondaba los 9.2 millones de euros.

El conglomerado mercantil que ha ido amontonando el que será nuevo dueño del aeropuerto de Ciudad Real tiene su origen muchos años atrás, en la época que precede a la tan conocida crisis inmobiliaria española. En esta época, Rafael Gómez ya apuntaba maneras y formaba parte de ese “club del pelotazo urbanístico” que campaba a sus anchas por los terrenos sin explotar y se embolsaba una fortuna por sus negocios.

Pero todos actos tienen sus consecuencias y éstas se pueden ver reflejadas en las diversas demandas judiciales que el poderoso empresario ha recibido por su gestión al frente de las numerosas sociedades que posee y que muchas de ellas ya han desaparecido.

Embargo de la Agencia Tributaria de 1996 con detalle de una de las anotaciones preventivas

De la misma manera, podemos comprobar como el magnate del ladrillo ha ido acumulando deudas a lo largo de su vida empresarial. De entre las ingentes cantidades de dinero que le han reclamado los acreedores, destacan los más de dos millones de euros que le exigió la AEAT (Agencia Estatal de la Tributación Española) por la hipoteca que pidió Gómez Arribas para su empresa Reforma de Pisos S.A.