La invitación del líder de Podemos, Pablo Iglesias, socio de Gobierno de Pedro Sánchez, a la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez ha estado a punto de originar un conflicto internacional de graves consecuencias para España.

De momento, la oposición venezolana y el Departamento de Estado de Estados Unidos ya ha mostrado sus recelos a esta visita y hacia la actuación del Ejecutivo español.  Nada más aterrizar en Barajas Delcy Rodríguez, fue el Comisario del aeropuerto madrileño, Jesús María Gómez, quien avisó al Ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande Marlaska, de que había una dirigente venezolana y que no podía pisar territorio español por las sanciones impuestas por la UE, bajo la pena de incurrir en un ilícito penal.

Delcy Rodríguez descendiendo de un avión en Buenos Aires en 2016.

Ante la inesperada situación de crisis, gracias a la advertencia previa de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, llegó a Barajas su compañero el titular de Transportes José Luis Ábalos, amigo personal de Félix Plasencia, ministro de Turismo venezolano, sobre el que no pesa ninguna sanción y que venía a la feria Fitur en el mismo avión. El ministro José Luis Ábalos tomó un vehículo privado entonces y acudió a entrevistarse durante 20 minutos con la vicepresidenta venezolana, tal y como ha reconocido ya públicamente.

Sin embargo, según la periodista venezolana Ibéyse Pacheco, la intención de Delcy Rodríguez era reunirse con Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, a pesar de que tiene prohibida su entrada en la Unión Europea. Sin embargo, la ministra de Exteriores Arancha González Laya advirtió a ambos dirigentes españoles de la inconveniencia de que se reunieran con la venezolana. En ese momento Pablo Iglesias intentó hablar con Delcy Rodríguez para advertirle que no tendría lugar la reunión, pero el avión ya había despegado de Caracas y no pudieron contactar con ella, por eso Ábalos tuvo que ir hasta el aeropuerto.

Pedro Sánchez en Valencia

El presidente Pedro Sánchez no se encontraba en Madrid aquel día. Fue el pasado domingo 19 de enero, ya de madrugada, al haberse desplazado al Levante español para ver desde el cielo las zonas afectadas por la tormenta Gloria. Durante su estancia en España el avión de Delcy Rodríguez permaneció aparcado en el lugar previsto para los vuelos privados. Es decir,  en la Terminal 1 de Barajas.

Jon Piechowski, encargado del departamento de Estado de EEUU.

A la oposición venezolana le ha llamado poderosamente la atención que el presidente del Gobierno pase del reconocimiento a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela a ausentarse de Madrid el día que el presidente encargado de Venezuela visitaba España.

Incluso Jon Piechowski, subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, similar a nuestro ministerio de Exteriores, reconoció que “celebrar este tipo de reunión con alguien como Delcy Rodríguez es decepcionante y podría ser desalentador”.

Delcy Rodríguez es uno de los 25 miembros de la cúpula de Maduro que tiene prohibido el ingreso en territorio de la Unión Europea por ser “responsables de violaciones de los derechos humanos y de socavar la democracia y el Estado de derecho en Venezuela”, como apuntaron desde la Unión Europea.

El avión que usa la vicepresidenta de Venezuela.

Mientras esto sucedía en el plano político a pie de calle los policías de Extranjería destacados en Barajas hacían auténticos encajes de bolillo y dar varios rodeos para evitar que Delcy Rodríguez pisara suelo europeo y comprometer todavía más la actuación del Gobierno español.

Para ello la llevaron desde el avión por varios pasillos de territorio internacional hasta una sala VIP del aeropuerto de Barajas, sin pasar controles, donde estuvo unas cinco horas, junto a los miembros de su equipo, allí fue acompañada por Ábalos durante otros 20 minutos tras pedirle el ministro que no bajase del avión, algo que la vicepresidenta venezolana no tomó en consideración. Durante la mañana del 20 de enero Rodríguez tomó de nuevo el avión para dirigirse hacia Doha, en Qatar, donde supuestamente realizaba otra escala antes de dirigirse a Turquía.

Avión embargado por Estados Unidos

Por cierto, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció que acababa de incluir en su lista negra los aviones que utiliza el Ejecutivo venezolano para moverse por el mundo, entre ellos este avión.

La misma medida afecta a 15 aviones propiedad de Petróleos de Venezuela SA —PDVSA, la empresa pública más poderosa del país— entre los que se encuentra el Dassault Falcon 2000EX con matrícula YV3360. Aunque no es con el que aterrizó en Madrid, Delcy Rodríguez lo empleó el pasado jueves para volver a Caracas tras su visita oficial de cuatro días a Turquía, según explicó El Confidencial. A Barajas llegó en un modelo Falcon 900LX matrícula TC-AKE operado por la compañía privada Sky Valet y, tras la parada técnica de 14 horas en la que mantuvo el encuentro con el secretario de Organización del PSOE, volvió a subirse al mismo aparato para despegar rumbo a Estambul.

Las sanciones europeas al régimen de Maduro obligan a España a impedir "la entrada y el tránsito" de la dirigente venezolana. El lunes por la mañana pasaron a la Terminal 4 para coger el vuelo comercial con el que abandonaron España. En todo momento estuvieron custodiados por policías de Extranjería de la Comisaría del Aeropuerto de Barajas.

Ábalos, que en un primer momento negó cualquier reunión en Barajas con Delcy Rodríguez aquella noche, tuvo que admitirlo después y reconocer que el ministro de Interior Grande-Marlaska le dijo que advirtiese a la vicepresidenta venezolana que no podía pisar suelo español por las sanciones europeas, ya que se arriesgaba a ser detenida.