Es cierto que cuando un partido irrumpe en los parlamentos y en las instituciones, con el tiempo va desdibujando su mensaje porque se incorporan nuevos compañeros y mantener una unidad de mensaje tan férrea y vetusta como la de VOX se hace del todo insostenible.

Pero lo de VOX es el no va más. Si en octubre del año pasado presentaba una moción de censura con el supuesto fin de echar al gobierno SocialComunista por suponer un atentado explícito y manifiesto a la identidad y porvenir de España, ahora le regala los oídos al PSOE, ni mas ni menos que al Ministro de Sanidad apoyando su investidura en el supuesto de que los números cuadrasen. 

Y lo peor de todo no es eso, sino que directamente Ortega acaba de asumir que su partido tendrá una posición minoritaria en Cataluña y asume y regala la Presidencia de la Generalitat catalana a días incluso de haber empezado la campaña. Pero la cosa no termina ahí, viendo la que se le venía encima, no ha tardado mucho tiempo en utilizar Twitter para desdecirse y su compañera de partido Olona, le ha echado un cable asegurando que el sitio de Illa “es la cárcel”.