El joven dominicano detenido como presunto autor de la muerte por apuñalamiento de Javier Alejandro Barlotomé Morcuende al parecer, no forma parte de la banda latina Dominican Don’t Play, como se pensaba inicialmente, aunque aún no se ha descartado del todo ese aspecto. Lo que sí está claro es que era un delincuente, un integrante más de un clan de ladrones habituales que solía darse cita en actos multitudinarios, como las fiestas de diferentes localidades para sustraer todo lo posible, especialmente móviles y carteras.

Según indica el diario ABC aludiendo a fuentes próximas a la investigación, "este tipo de ladrones están en prácticamente todas las fiestas y el 90% de las denuncias que se reciben en los pueblos durante sus festejos son por hurtos de teléfonos o billeteras. Se pueden hacer con ochenta o cien en una noche. Se requisan navajas y punzones, como los que presuntamente se han utilizado en este crimen; pero también puños americanos e incluso defensas extensibles como las de los policías y guardias civiles".

Efectivos del Summa atendiendo al joven que finalmente falleció.

Este periódico asegura también que "solo durante las fiestas de San Isidro del año pasado, tras las que la Brigada de Información de la Policía Municipal arrestó a una treintena larga de jóvenes, la mayoría de bandas latinas, por su implicación en hurtos y robos con violencia en la zona de la Pradera y otros lugares de celebración del Patrón de Madrid".

Es precisamente la falta de seguridad la queja generalizada en Cobeña, donde no existía control alguno sobre armas y escaseaban los agentes. Había solo vigilantes de seguridad que se limitaban a preguntar a los asistentes si portaban algún cristal. No hubo cacheos en ningún momento y la muerte de Javier Alejandro Barlotomé Morcuende podría haberse evitado si el dispositivo de seguridad hubiese sido el adecuado.