El Alto Tribunal ha dado un respiro a los Ruiz Mateos y modifica los dos primeros apartados de la declaración de hechos probados de la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid acerca de un fraude fiscal de unos seis millones de euros. La misma fue recurrida en casación ante el Supremo que ahora entiende con este fallo que se ha vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva del club de fútbol, ya que no ha quedado debidamente acreditado dicho fraude fiscal.

La Sala mantiene el resto del relato de hechos probados así como el fallo de dicha sentencia, contra el que ninguna parte había recurrido, y que absolvió a la expresidenta del Rayo Vallecano Teresa Rivero, a dos de sus hijos y al exgerente y a la exsecretaria del Consejo de Administración de delitos contra la Hacienda Pública y declaró la inexistencia de responsabilidad civil del equipo de fútbol madrileño.

El Rayo Vallecano SAD interpuso recurso de casación contra la sentencia recurrida por no estar conforme con el relato de hechos probados que en su apartado primero recogía que, presentado en el plazo oportuno las declaraciones trimestrales correspondientes al Impuesto sobre el Valor Añadido de los ejercicios 2005 a 2008, se consignaron "en dichas declaraciones cantidades que no se ajustaban a las efectivas cuotas del impuesto soportado y repercutido". Y añadía en el apartado segundo de los mismos que había presentado algunas declaraciones trimestrales por retenciones sobre rendimientos del trabajo en relación con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas "por cantidades inferiores a las retenidas a sus trabajadores." En ambos casos desglosaba las cantidades que se decían defraudadas en cada ejercicio que ascendían a seis millones de euros.

            Teresa Rivero en el palco del Rayo Vallecano.

Al estimar el recurso, la Sala acuerda ahora una nueva redacción de los dos citados apartados de los hechos probados para mencionar que el fraude fiscal no ha resultado debidamente acreditado: "... consignando en dichas declaraciones cantidades que la administración tributaria entendió que no se ajustaban a las efectivas cuotas del impuesto soportado y repercutido, de forma que conducía a liquidación donde se afirmaba y concluía que en relación con el ejercicio del año 2005 resultaba una cuota a ingresar de 259.971'39 euros, habiendo ingresado 426'49 euros, defraudando la cantidad de 259.544'90 euros, en relación con el ejercicio 2006 resultaba una cuota a ingresar de 376.471'05 euros, ingresando 640'30 euros, defraudando la cantidad de 375.830'75 euros, en relación con el ejercicio de 2007 resultaba una cuota a ingresar de 860.118'62 euros, ingresando 1.231'50 euros, defraudando la cantidad de 858.887'12 euros y en relación con el ejercicio de 2008 resultaba una cuota a ingresar de 529.426'50 euros, ingresando 1.014'42 euros y defraudando la cantidad de 528.412'08 euros".

"Asimismo, RAYO VALLECANO DE MADRID, S.A.D. presentó algunas declaraciones trimestrales por retenciones sobre rendimientos del trabajo en relación con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que la administración tributaria entendió por cantidades inferiores a las retenidas a sus trabajadores, de forma que conducía a liquidación donde se afirmaba y concluía que en relación con el ejercicio del año 2005 la cuota devengada ascendió a 660.966'84 euros, ingresando 346'29 euros y siendo la cuota defraudada 660.620'55 euros, en relación con el ejercicio del año 2006 la cuota devengada ascendió a 863.861 euros, ingresando la cantidad de 1.014'50 euros y siendo la cuota defraudada 862.847'15 euros, en relación con el ejercicio del año 2007 la cuota devengada ascendió a 844.957'98 euros, ingresando 1.293'92 euros y siendo la cuota defraudada 843.664'06 euros y en relación con el ejercicio del año 2008 la cuota devengada ascendió a 1.614.315'96 euros, ingresando 1.181'35 euros y siendo la cuota defraudada 1.613.134'61 euros".

Una vida apartada

Teresa Rivero, la viuda del empresario José María Ruiz-Mateos dueño del holding Rumasa, decidió volver las pasadas Navidades a su tierra, Cádiz. Lo hizo después de que el Elcierredigital.com publicara que las deudas del clan familiar le iban a obligar a dejar su casa en Aravaca (Madrid), donde reside desde hace varios años. La jerezana se ha trasladado a vivir definitivamente al Puerto de Santamaría donde los dueños de Nueva Rumasa tienen aún propiedades. En concreto, en un chalet de la lujosa y conocida urbanización Vistahermosa. 

Este complejo de viviendas fue creado por Eduardo y Felipe Osborne en un terreno heredado de su padre, Roberto Osborne, fundador junto a su hermano Tomás de las empresas Cruz del Campo y Conservas del Sur.

Según el Diario de Cádiz , el complejo Vistahermosa “fue una urbanización adelantada a su tiempo, ya que a pesar de haber sido levantada en unos años en los que las leyes no eran tan exigentes con aspectos como el respeto al medio ambiente, se diseñó para mantener un importante número de hectáreas de zonas verdes que hoy en día siguen en perfecto estado”.

En un chalet de esta urbanización, que según fuentes familiares pertenece todavía a la matriarca del clan, es donde estas mismas fuentes aseguran que se quedará Teresa Rivero para vivir tras dejar su casa de Aravaca. Allí tiene el apoyo de varias de sus hijas que viven muy cerca de esta residencia. Un chalet como el que ahora ocupa la matriarca de la saga Ruiz Mateos, puede costar entre 500.000 y 900.000 euros en compra y unos 3.000 euros mensuales en alquiler.

 La famosa casa de Aravaca

Teresa Rivero ha vivido hasta ahora en la calle Rigel, en Aravaca (Madrid). Una vivienda que pertenecía en realidad a la empresa del holding Nueva Rumasa, Dhul S.L. Fue el 10 de enero de 2011 cuando Alfonso Ruiz Mateos, que vivía en ella, la cedió  la sociedad Aleanson en concepto de adquisición de acciones por valor 550.000 euros.  De este modo, la sociedad Aleanson recibía un "aumento de capital social por aportación de bien inmueble", según constan en las escrituras que obran en poder de elcierredigital.com.

Según consta en escrituras, aquel 10 de enero de 2011 Alfonso Ruiz Mateos, en calidad de apoderado de Dhul, cedía ese inmueble a la sociedad Aleanson, administrada únicamente por Alejandra Victoria Cruz-Conde Lleo, mediante escrituras firmadas ante el notario Antonio Uribe, de Jérez de la Frontera. De esta manera el grupo Dhul se hacía accionista mayoritario de Aleanson, que trasladaba entonces su domicilio social a la calle Rigel.  A cambio de este traspaso los Ruiz Mateos obtenían 550.000 participaciones sociales "numerada del 183.126 al 733.125", haciéndose con el control de la compañía.

Precisamente, Alfonso Ruiz Mateos está casado con la abogada Alejandra Victoria Cruz-Conde Lleó, de 42 años. Es decir, que Dhul compraba la empresa a su esposa, que dio como domicilio de residencia su propia vivienda de la calle Rigel 1. Obviamente Aleanson estaba domiciliada en el mismo inmueble de esta calle de Aravaca.

Alejandra Cruz-Conde y Alfonso Ruiz Mateos.

El objeto social de Aleanson era "la adquisicion, venta y explotacion de inmuebles, urbanos o fabriles, solares, pisos, locales, apartamentos, hoteles y derechos sobre los mismos", es decir, nada que ver con las actividades de Dhul, uno de los grandes de la alimentación por aquella época. Sin embargo, al comprar las acciones Dhul, representada por Alfonso Ruiz Mateos, se convertía en el socio mayoritario con el 75,20 por ciento del capital social de la empresa de su esposa.

Teresa Rivero en una de sus últimas salidas de la casa de Aravaca (Madrid). 

En la descripción de la vivienda que ha sido ocupada por Teresa Rivero durante todos estos años, y donde vivía José María Ruiz-Mateos padre, se especifica que tiene tres plantas, sótano, planta baja y primera planta. El sótano consta de garaje y ocupa 98 metros cuadrados. La planta baja consta de "hall, cocina, salón, aseos y escalera" y mide 86 metros cuadrados. En la primera planta se ubican "cuatro dormitorios, tres cuartos de baño, distribuidor y escalera" en 88 metros cuadrados.

Doscientos cincuenta metros de parcela

En total 296 metros cuadrados edificados más otros 15 metros de una piscina situada en una "parcela que adopta una forma rectangular y tiene una superficie de 250 metros cuadrados". En la escritura se valora la casa en 550.000 euros, siendo propiedad de Dhul desde el 20 de diciembre de 2004 cuando la empresa de holding Nueva Rumasa la escritura ante el notario Marín-María Recarte Casanova, que la inscribe en el registro de la propiedad número 40 de Madrid, tomo 1995, libro 595, folio 201 y con el número de finca 21.384.

Llama la atención que la escritura se recoja también que el inmueble está grabado con una hipoteca de la Caja de Crédito de Ingenieros Soc. Coop. Crédito y fue tasada por 1.380.000 euros.

Las nuevas escrituras recogen también dos anotaciones, una deuda hipotecaria con la Caja de Ingenieros por 691.164 euros y otra anotación preventiva de embargo a favor de Deutsche Hypothekenbank "en reclamación a Dhul de 351.600 euros y 105.480 euros en intereses, en virtud de un mandamiento expedido el 29 de noviembre de 2010 en autos de ejecución de títulos no judiciales número 572/2010".

Alfonso Ruiz Mateos.

Además, la Tesorería General de la Seguridad Social reclamaba entonces al grupo Dhul una deuda de 64.920, 60 euros", aunque Alfonso Ruiz Mateos aclaró en este punto al notario que "ya existe un acuerdo de pago a la Seguridad Social".

Justo antes del descalabro de Nueva Rumasa la empresa Aleanson fue traspasada a nombre del principal testaferro de los Ruiz Mateos, Ángel de Cabo, que por tanto pasó a ser "propietario" de esa casa en Aravaca.

La propiedad de esta casa fue transmitida a Aleanson cinco semanas antes de que se presentase concurso de acreedores para diez de las principales empresas de Nueva Rumasa, en concreto el grupo Dhul. Un hecho que tuvo lugar el 18 de febrero de 2011. Es decir, Dhul traspasó esta propiedad donde vivía la familia Ruiz Mateos-Rivero a otra sociedad antes de presentar concurso de acreedores. Luego los Ruiz Mateos "vendieron" Aleanson a Ángel de Cabo, con lo que la casa ya no pertenecía ni siquiera porcentualmente a Dhul, que poseía el 75.20 por ciento de Aleanson.

Todo a nombre de Ángel de Cabo

Es decir, que Teresa Rivero fue desahuciada de una casa propiedad de Ángel de Cabo, el testaferro más conocido de la familia Ruiz-Mateos. Cuando se produjo esta cesión, el patriarca José María Ruiz-Mateos tenía entonces 80 años y ya estaba bastante aquejado de la enfermedad de Parkinson, por tanto, fue imposible que tramase toda esta ingeniería fiscal para tratar de evadir un inmueble de los acreedores.

Los seis hijos varones Ruiz Mateos-Rivero, que siguen en la prisión de Aranjuez, habrían pedido a los 57 nietos de Teresa Rivero que se hagan cargo de la abuela. 

También la mansión (su cuartel general) que tenían en Somosaguas, Pozuelo de Alarcón, era del padre y la perdieron igualmente por la quiebra de Nueva Rumasa. Mientra que otra vivienda situada en Pozuelo de Alarcón, que salió a subasta pública, se la quedó Joaquín Bohórquez, yerno de Teresa Rivero, y que había pertenecido a José María Ruiz Mateos hijo. Así fue salvada gracias a la aportación de 800.000 euros en efectivo que hizo Joaquín Bohórquez. Queda por saber si ocurrirá lo mismo con este inmueble de Aravaca.

Las casas de los seis hermanos Ruiz Mateos están supuestamente también hipotecadas, según apuntan personas muy cercanas al clan familiar,  pero  ninguno de ellos habría  perdido aún su vivienda, al contrario de lo que ocurrió con la mansión familiar de Somosaguas y la vivienda en la que hasta las naviadades residía Teresa Rivero.