En el verano de 2018 la Familia Real inició sus vacaciones en Mallorca marcadas por un reciente cambio político, la moción de censura que expulsó a Mariano Rajoy de La Moncloa e instaló en ella a Pedro Sánchez. Además, estaba muy reciente el enfrentamiento entre la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Reina Emérita precisamente en Palma de Mallorca, frente a la puerta de la catedral a la salida de la misa del domingo de pascua. 

Sin embargo, la canícula del 18 arrancaba con una novedad importante. El Rey Felipe VI estrenaba barco. Se trataba del Aifos 500, con el que compitió en la Copa del Rey MAPFRE de vela. Un barco cedido por los astilleros finlandeses Nautor a la Armada Española para la competición a través de un acuerdo entre la empresa finlandesa y la Armada con una vigencia de dos años.

El préstamo se realizó mediante un convenio de colaboración que, en principio, debía finalizar con la compra de la embarcación por parte de la Armada a los dos años. El precio de la embarcación es de un millón de euros. 

El nombre del catamarán hace referencia al nombre de la Reina Emérita Sofía, leído al revés (Aifos) y el número 500 al quinto centenario que, en ese 2018, se celebraba de la primera vuelta al mundo, la epopeya que de la fueron protagonistas Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.  

Felipe VI en el Aifos.

Sin embargo, la situación económica tras la pandemia del coronavirus, ha hecho que sea inviable. "Aunque el convenio con la empresa finlandesa tenía como objetivo último la adquisición, está claro que, después de todo lo que ha pasado, iban a considerar poco conveniente adquirir esta embarcación", aseguran fuentes conocedoras del asunto a Elcierredigital.com. 

"No sólo ha sido un criterio económico. Que también, pero sobre todo ha sido un asunto de imagen. ¿Qué se diría del monarca y de la Casa en general si se hubiese hecho esta compra? En Zarzuela no quieren que nada pueda ser susceptible de crítica. El verano de 2020 no hubo problema como tal pero se va a acercar el del 21 y había que tomar una decisión y, ésa, ha sido la más conveniente", añaden. 

Así las cosas, el monarca tendrá que recurrir a su anterior embarcación, también llamada Aifos. Un TP52 botado en el año 2005 y que fue usado por Felipe VI hasta el citado verano de 2018. 

"Lo malo de este barco es que está muy anticuado. Lógico, porque hablamos de más de quince años. Seguramente tengan que hacerse una serie de mejoras que son perfectamente entendibles y, a veces, es más caro reparar que adquirir uno nuevo, pero, al final, volvemos a hablar de imagen", explican las fuentes consultadas por Elcierredigital.com. "Evidentemente para la política de comunicación de la Casa siempre es más sencillo vender austeridad cuando se 'tira' de una embarcación antigua y ya amortizada que adquirir una nueva", puntualizan. 

Según el calendario, y siempre y cuando la situación sanitaria lo permita, volveremos a ver al Rey Felipe VI al frente del antiguo Aifos en la XXXIX edición de la Copa del Rey MAPFRE de vela.