En el mundo judicial por todos es sabido que “quien pide lo más pide lo menos”. Aquí no iba a ser menos. Si bien los encarcelados del 1-O exigen la amnistía como supuesta base de entendimiento para la solución del conflicto catalán, hoy los presos del procés han podido salir de sus cárceles tras la concesión del tercer grado. “Se ha dado un primer paso”, han reconocido.

Como en todas las elecciones los partidos políticos se acusan de todo en campaña pero saben que luego pactarán en función de sus fuerzas para lograr un gobierno. Salvo cuando les apetece repetir elecciones, claro está.

En Cataluña, Pedro Sánchez (con su delegado Illa del PSC) a la hora de conformar un gobierno independentista, deberá tener mucha “mano izquierda” con ERC y JxCat. La fiscalía jugará un papel preponderante y de ahí que el equilibrio de fuerzas exigirá un pacto catalán a la medida de los independentistas. Si no es así, el gobierno de Madrid podría caer y truncar la hoja de ruta nacional de Sánchez.