Unos padres de Mérida podrán volver a convivir con sus hijos después de más de dos años de pugna con la Junta de Extremadura, que les había retirado la tutela tras observar conductas anómalas en los menores. 

La pesadilla de estos padres comenzó, tal y como explican desde el despacho Bufete Osuna Abogados, cuando, por motivos laborales y distancia geográfica, confiaron el cuidado de sus hijos a una familia que conocían, para que se ocupara de los menores en determinadas horas del día. 

"Los padres pasaban solos, sin la compañía de sus hijos, muchas horas al día en una finca rústica aislada de la ciudad, llegaban por la noche a la casa de la otra familia para recoger a sus hijos y llevarlos a dormir a su hogar" reza el comunicado difundido por el citado bufete.

Sin embargo, en un momento dado, desde las instituciones de menores observaron conductas anómalas en los niños y rarezas en su comportamiento. Ante la alarma, se procedió a decretar el desamparo de los tres niños

Tras conocer la noticia, el matrimonio lo impugnó, así como el acto que decretaba la asunción de tutela por la Administración, "defendiendo que el interés de los menores aconsejaba la reintegración de éstos a sus progenitores". A la vez, los padres también presentaron acciones judiciales contra la familia que, hasta ese momento, se había hecho cargo de parte de los cuidados de los pequeños, "por determinados hechos muy censurables y que podían tener cabida en el Código Penal". 

A los padres se les retiró la tutela tras observarse conductas anómalos en los menores.

Los padres finalizaron en ese momento cualquier relación con esas personas en aras del interés de los menores, evitando cualquier contacto de ellos con sus hijos. Hasta ese momento, no conocían ninguno de los hechos denunciados por los pequeños, ya que ninguno de sus hijos había dado muestras de ello ni de querer contarlo, presumiblemente por temor y/o coacción de la otra familia, como se ha podido comprobar en el propio Centro de Acogida en el que se hallaban.

Pero esta historia tiene final feliz. Después de más de dos años, y tras muchos trámites judiciales, con la intervención de psicólogos y otros profesionales, en fechas recientes ha tenido lugar la reintegración de los hijos con sus  padres, cesando la estancia en el centro de menores de la Junta de Extremadura, para ejercer debidamente la patria potestad y consecuente guarda y cuidado de los menores, contando con un ambiente familiar estable, incluido el apoyo de tíos y primos de los menores y previendo la necesidad de que sus hijos cuenten con el debido asesoramiento y apoyo psicológico para su recuperación en los términos que aconsejen los profesionales encargados.

Actualmente está en curso un proceso penal para depurar responsabilidades en las personas que atentaron contra los menores.