Esta adjudicación, de cerca de 9 millones de euros, no deja de ser parte de un proyecto que si se cumple lo previsto podrá elevarse a más de 400 millones de euros, según sea el método constructivo utilizado. Se trata de un túnel subfluvial que unirá, bajo la ría de Bilbao, las rotondas de Artaza (Getxo) y Ballonti (Sestao) con una longitud de 3.037 metros.

Las obras para su construcción tienen previsto comenzar en 2023, pero ya tenemos un primer cambio. Si en un primer momento se proyectaba concluir en 2027, ahora ya se habla abiertamente de que finalizará en 2028.

Una obra muy demandada

Con este túnel se reducirá y reconducirá muchos de los movimientos de tráfico actuales. Así, se estima que captará una media de 51.000 vehículos al día y con ello quitará 14.000 vehículos de La Avanzada, otros 18.000 de la recta de Max Center y especialmente 35.000 del puente de Rontegi.

También se estima las soluciones más adecuadas para la conexión del túnel con la red existente a través de las rotondas de Artaza y Ballonti, de modo que se consiga fluidez en el tráfico y se minimicen el impacto urbanístico.

La simulación de los tráficos en las horas punta desde que se ponga en marcha dentro de 7-8 años ha identificado aquellos movimientos que requieren un ramal propio, de modo que los vehículos no tengan que entrar en dichas rotondas para tomar la dirección deseada.

Con todo ello se conseguirá aliviar los 140.000 vehículos que diariamente cruzan el puente de Rontegi en los tránsitos entre la A8, La Avanzada y el corredor del Txorierri, que en muchos casos se traducen en sobrerrecorridos para cruzar entre la Margen Derecha y la Margen Izquierda de la ría.