La cooperativa navarra Valle de Odieta cuenta con una granja en su tierra natal, Caparroso, y tenía proyectada la mayor de Europa en el sector bovino con 24.000 cabezas. La minúscula localidad soriana de Noviercas, apenas 150 habitantes, iba a acoger este negocio.
"Los expedientes correspondientes a la autorización de explotaciones en fase de tramitación sobre los que no haya recaído resolución en firme en vía administrativa que hubieran iniciado la construcción de las instalaciones directamente implicadas en el proceso de producción con anterioridad a la fecha en que la presente norma se sometió a consulta pública, se resolverán conforme a la normativa en vigor en el momento del inicio de las obras", aseguran desde La Moncloa.
"Con el establecimiento de esta capacidad máxima se ha buscado mantener un equilibrio entre la dimensión necesaria para garantizar la sostenibilidad económica de las granjas, y la sostenibilidad social y medioambiental de la actividad, apostando por la ganadería familiar", añaden.
Con estas palabras el Gobierno de España recorta el proyecto de Valle de Odieta, que, al no haber iniciado las obras en Noviercas, tendría que conformarse con poner en pie una granja de 'apenas' 850 animales.
Discordia
Este proyecto empresarial sembró la discordia en la provincia de Soria. Y más aún tras saberse que el Ayuntamiento de Noviercas, gobernado por el PP, ha decidido modificar su normativa para facilitar la instalación de explotaciones ganaderas de un tamaño importante.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) para Castilla y León llevó esta esta regulación a los tribunales y advirtió de las consecuencias de una instalación con más de 18.000 vacas adultas que producirían 200.000 toneladas de leche anuales en una superficie de 154 hectáreas.
Según COAG, la luz verde al proyecto de Valle de Odieta en Noviercas hubiera hundido los precios de la leche por su elevada producción, habría contribuido a cerrar más de 400 explotaciones familiares en la región y, aunque crease 250 puestos de trabajo, habría provocado la destrucción de otros 700.
Proyecto polémico
Valle de Odieta se querelló hace unos meses contra 14 colectivos y 15 personas por presuntas injurias. Los colectivos que recibieron la querella son Alnus, Marcilla Viva, Asamblea Soberanía Alimentaria, REAS Nafarroa, Asociación Hacendera, Compañía de las Tres Erres, Asociación Lurra, Ekologistak Martxan – Ecologistas en Acción, Urbizi Nueva Cultura del Agua, Etxalde Movimiento Social de Campesinas de Euskal Herria por la Soberanía Alimentaria y una Agricultura Duradera, Greenpeace, Landare, Mugarik Gabe Nafarroa Asociación para la Ayuda y Cooperación con los Pueblos del Sur, y Fundación Sustrai Erakuntza.
Valle de Odieta.
Esta última aseguró que las querellas responden a una estrategia de la empresa "para amedrentar a los colectivos y así evitar que se conozcan las consecuencias que este modelo acarrea. Esto no es algo nuevo, ya que numerosas empresas recurren a este tipo de estrategias que se conocen como SLAPP. Se trata de demandas presentadas por actores poderosos, generalmente grandes empresas o despachos, para acallar a quienes denuncian alguna irregularidad en relación a asuntos públicos. Las víctimas más habituales de estas demandas son activistas, periodistas independientes o investigadores, que desempeñan una función de vigilancia imprescindible en los sistemas democráticos".
Cambios normativos