Con la llegada del 2024 el sector automovilístico chino ha recibido una sorpresa —para muchos esperada— al ver el balance de ventas de vehículos eléctricos. A pesar de que Tesla lideraba con poderío este mercado, el fabricante chino BYD ha superado sus ventas en este trimestre, vendiendo un total de 526.000 vehículos, una cantidad superior a los 484.000 coches vendidos por Tesla.

Las recientes polémicas sobre la seguridad de algunos vehículos de Tesla también han ayudado a que muchos se planteen la compra de un BYD en lugar de la marca de Musk, que no termina de estar satisfecho con la aceptación popular de sus últimos proyectos como el ‘CyberTruck’.

El nombre detrás de la compañía que le está disputando el trono a Musk es Wang Chuanfu, fundador y CEO de BYD. A diferencia de Elon Musk, Wang no es un personaje mediático ni acostumbra a hacer apariciones públicas, pero ha logrado construir un imperio automovilístico desde una de las regiones más desfavorecidas de China. Según Forbes, se estima que su fortuna asciende a unos 14.800 millones de dólares en la actualidad.

Fotografía del magnate chino y líder de BYD, Wang Chuanfu junto al actor Arnold Schwarzenegger

Según han revelado diversos medios locales, Chuanfu nació en 1966 en la provincia agrícola de Anhui, al este de China, y fue criado por sus hermanos mayores después de que sus padres, agricultores de arroz, fallecieran. Recibió una beca para estudiar química en la Universidad Central del Sur, que en ese momento era conocida como Universidad Industrial Central del Sur, y posteriormente cursó un máster en tecnología de baterías en el Instituto General de Investigación de Metales No Ferrosos de Pekín, actualmente conocido como Grupo GRINM.

Después de trabajar como investigador para el gobierno durante algunos años, Chuanfu se trasladó al sur de China, a la ciudad de Shenzhen, que se estaba convirtiendo en un centro de innovación en expansión debido a su designación como Zona Económica Especial. Fue allí donde, a los 29 años, Chuanfu y su primo, Lu Xiangyang, fundaron una compañía de fabricación de baterías para teléfonos móviles llamada BYD.

En entrevistas para diversos medios de comunicación, Chuanfu ha mencionado que el nombre BYD no tenía un significado especial en ese momento. Sin embargo, desde entonces ha adquirido dos apodos bastante adecuados: "Construye tus sueños" (Build Your Dreams en inglés) y "Trae tus dólares" (Bring Your Dollars en inglés).

El ascenso meteórico de Chuanfu

Según publicó el diario estadounidense The Wall Street Journal, en un lapso de cuatro meses Chuanfu se hizo con un edificio de oficinas y una fábrica, todo gracias a una inversión de 300.000 dólares por parte de su primo, cofundador de BYD.

Desde el inicio, la empresa tenía una estrategia clara: imitar productos exitosos y mantener los costos al mínimo posible. Sin embargo, en la competencia por los coches eléctricos económicos se encontraban con un fuerte rival: el resto de fabricantes chinos, que podrían adueñarse del mercado. Entonces los planes de Chuanfu se orientaron hacia la fabricación de productos similares a los fabricados por empresas como Toyota, Sanyo y Sony, pero a un precio más accesible que los proveedores japoneses. En lugar de invertir en maquinaria costosa, Chuanfu optó por contratar a una gran cantidad de empleados bajo contratos de corta duración, lo que le permitió evitar aumentos salariales con el tiempo.

Fotografía de la sede de BYD

En el año 2002, BYD ya se había convertido en líder del mercado de baterías recargables. Sus clientes incluían a Motorola, Nokia, Sony Ericsson y Samsung. Además, Chuanfu había ingresado en la lista de los empresarios chinos más ricos según Forbes.

Un año después, ya en 2003, Chuanfu adquirió Tsinchuan Automobile, una compañía estatal de automóviles en bancarrota, y la renombró como BYD Auto. Estas dos divisiones, junto con BYD Electronics, que produce baterías y componentes móviles, son las principales operaciones de la empresa. 

El salto definitivo de BYD

Aunque el negocio marchaba bien y los ingresos no dejaban de llegar, la mejor noticia para Chuanfu todavía estaba por llegar. A finales de la década del 2000, el magnate estadounidense considerado uno de los reyes de la economía de mercado, Warren Buffett, tenía interés en aprovechar la creciente demanda de automóviles en China y, por recomendación de su socio Charlie Munger, se interesó por BYD. 

Según revelaron diversos medios de comunicación en su momento, Munger se refirió a Chuanfu como una combinación de Thomas Edison y Jack Welch, elogiando su habilidad para resolver problemas técnicos y su capacidad ejecutiva. Durante una visita a las instalaciones de BYD, Chuanfu incluso bebió líquido de batería para impresionar a los inversores y demostrar la calidad y limpieza de sus baterías. En 2008 la compañía de Buffett invirtió $232 millones en BYD.

El respaldo de Berkshire Hathaway —la compañía del magnate americano— atrajo la atención de inversores de todo el mundo y aceleró el ascenso de la empresa. En 2009, BYD reportó ganancias de $5.100 millones y Chuanfu encabezó la lista de Forbes China de las personas más ricas por primera vez. A diferencia de figuras prominentes como Elon Musk o Jack Ma, Chuanfu ha mantenido siempre un perfil bajo, evitando la atención no deseada, aunque sí se ha dejado fotografiar junto a personalidades de diverso calado. 

El magnate chino Wang Chuanfu junto al actor Leonardo DiCaprio

Ahora las buenas noticias para Chuanfu no dejan de llegar, pues según informó Bloomberg, BYD obtuvo contratos de transporte público en las ciudades chinas de Shenzhen y Hunan, así como en Ámsterdam, Fráncfort y Los Ángeles. BYD es ahora el principal fabricante mundial de autobuses eléctricos con batería, con más de 50.000 en circulación en todo el mundo y más de 1.000 vehículos en circulación o en producción en Estados Unidos. Además, cuenta con una gran fábrica en Lancaster (California) que produce autobuses y otros vehículos, como camiones y carretillas elevadoras.

Desde 2009 el fabricante de automóviles ha recibido miles de millones de subvenciones chinas y ayudas indirectas para respaldar a las empresas emergentes de vehículos eléctricos. La ayuda estatal y las maniobras empresariales le han valido al magnate chino una fortuna de 14.800 millones de dólares, que lo sitúa en el puesto 132 de la lista según Bloomberg.

Las claves del éxito de BYD

Son muchos los factores que han intervenido en el éxito de la compañía china cofundada por Chuanfu. Quizá una de las más importantes es el hecho de que la empresa tiene el control total de su proceso de fabricación, lo cual resultó beneficioso durante la pandemia al evitar problemas en la cadena de suministro, consiguiendo obtener ganancias. Además, durante la pandemia Chuanfu se convirtió en uno de los primeros empresarios chinos en fabricar mascarillas, convirtiéndose en el mayor fabricante del mundo en poco tiempo, según informó el diario South China Morning Post.

En el sector de los coches eléctricos, aunque BYD tiene un valor de mercado de alrededor de 78.000 millones de dólares, es solo una décima parte del valor de mercado de Tesla. Esto podría cambiar en el futuro pues BYD tiene planes de expandirse a mercados fuera de China, como la construcción de su primera fábrica europea en Hungría.

Según el Financial Times, en noviembre los directivos de la empresa afirmaron que buscan alcanzar una cuota del 10% en el mercado mundial de vehículos eléctricos, excluyendo Estados Unidos y Europa, lo que implicaría incrementar las ventas en el extranjero de 240.000 vehículos este año a más de dos millones.