La verdad es que no hay muchos cambios con respecto a su homólogo de cinco puertas, el i30, ya que conserva el mismo motor, un motor turbo 2.0 de cuatro cilindros del que tendremos disponibles dos versiones, una básica de unos 250 CV y otra que superarán los 275 CV, esta última se denominará ‘’N Performance Pack’’. Ambas versiones tienen caja de cambios manual de seis marchas y que consiguen acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 y 6,1 segundos respectivamente, aunque su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. Con respecto al consumo a los 100 kilómetros el modelo ‘’N’’ llega a los siete litros, mientras que la opción más potente consume un decilitro más, 7,1.

Para que el vehículo se adapte a cualquier tipo de terreno o de conducción dependiendo de la demanda del conductor, incorpora el sistema ‘N Grin Control’ donde se podrá elegir cinco modos de conducción: Eco, Normal, Sport, Custom, N y N Custom.

Una línea deportiva para hacer más atractivo el modelo

La imagen deportiva es su clara seña de identidad con respecto a la versión estándar del modelo i30. El paragolpes es específico de este modelo, con detalles rojos tanto en el frontal como en la parte trasera del mismo. En la zaga hay un pequeño alerón y un difusor que aloja dos salidas de escape, un diseño muy agresivo.

Ya en el habitáculo encontramos asientos con tapicería mixta, con volante y palanca de cambios en cuero, pedales de aluminio (para seguir con la línea deportiva) y detalles en color rojo (costuras y salidas de aire). La consola central tiene ocho pulgadas con la que puede dar soporte hasta dos sistemas de infoentretenimiento completamente diferentes, uno de ello el navegador. El maletero es normal con capacidad para 450 litros.