Los órganos judiciales franceses afirmaron que la enseñanza de esta práctica a menores no les incitaba a cometer crímenes por la evidente razón que la corrida está autorizada por la ley francesa. El Tribunal Administrativo de Nîmes destacó que la enseñanza de la tauromaquia no afectaba a ningún derecho constitucional y no constituye atentado alguno contra la dignidad humana. Los antitaurinos intentaron llevar después el tema hacia el Consejo de Estado que, reconociendo las conclusiones de las jurisdicciones administrativas que acabamos de mencionar, no aceptó admitirlo a trámite. Asimismo, el Representante del Estado apoyó este rechazo.

El abogado francés Jean-Pierre Bigonnet representó los intereses y derechos de los niños de la escuela taurina de Nîmes. El letrado explica que estas decisiones son importantes porque reafirman el carácter legal de la tauromaquia en Francia, tras una larga batalla legal y cultural. No obstante, también alerta que eso no quiere decir que el poder legislativo no pueda modificar les condiciones de ejecución de la Fiesta en Francia, por ejemplo, prohibiendo la suerte de matar.

Por eso, hasta que se no hagan públicos la propuesta de Ley sobre la Violencia Infantil y el proyecto de Ley sobre el Bienestar Animal, estas victorias legales no son definitivas. 

El pasado mes de octubre, lo que comenzó como una reunión a través de la convocatoria de un grupo de aficionados jóvenes de Nîmes frente a las declaraciones políticas que amenazaban la Fiesta, se convirtió en un movimiento global (#touchepasamespassions). Hubo manifestaciones en Nîmes, Arles, Dax, Mont de Marsan o Bayona entre otras. Otras están por venir.