Situado en las montañas de Prades, en la comarca del Baix Camp, más concretamente en el municipio de Vilaplana, Tarragona. Allí se encuentra La Mussara, un pequeño pueblo abandonado que ha capturado la atención de los turistas más atrevidos por sus impactantes sucesos paranormales. Fue abandonado hace 65 años, y desde entonces se volvió un destino popular de rutas para senderistas, caracterizado por sus impresionantes vistas panorámicas a un entorno natural, y por las historias detrás de su antigua Iglesia de San Salvador, construida en 1859 y único edificio que aún se conserva en buen estado.

Lo que hace a La Mussara un pueblo tan popular como intrigante es su reputación como un lugar cargado de misterio y leyendas. Se dice que el pueblo está embrujado, que está habitado por fantasmas y presencias sobrenaturales que acechan entre las sombras de las antiguas casas y edificios en ruinas. Estas historias han atraído a numerosos curiosos, investigadores paranormales y amantes del misterio que buscan descubrir los secretos ocultos del pueblo, y sobre todo, de su Iglesia de San Salvador, de la cual se han contado muchas historias relacionadas con lo paranormal y lo demoniaco.

Iglesia de San Salvador, La Mussara.

Actualmente, La Mussara está abandonada, pero no despoblada. Cuenta con un refugio abierto todos los días del año, en el que trabajan guardas de seguridad, encargados de controlar el número de personas que acceden al pueblo, además de todos los turistas que, sobre todo los fines de semana, visitan el pueblo y la sierra. Además, en él se llevan a cabo varios eventos, como el festival de poesía Mussart, el Aplec de Sardanes y la tradicional marcha senderista Reus-Prades-Reus.

Sucesos paranormales

Lo más característico de La Mussara son las historias que cuentan algunos que la visitaron, relacionadas con eventos paranormales: la posible aparición de Dios, la historia de un monaguillo justiciero, la del general del ejército carlista Cercós o la de el contrabandista Ignès de Vilaplana. Pero sin duda, el incidente más popular de este pueblo lo protagonizó Enrique Martínez, un hombre que un día fue a esa zona de la sierra a recoger hongos y setas con unos amigos, y de un momento a otro despareció sin dejar rastro, a pesar de que las autoridades empleasen todos los medios posibles para localizarle. La historia cuenta que meses más tarde, sus amigos decidieron volver al lugar a buscarle por su cuenta, y en esta ocasión experimentaron una experiencia paranormal en la Iglesia de San Salvador, en la que aseguraron ver figuras fantasmagóricas de unos monjes. No son los únicos, ya que varios de los que han entrado en ella afirman haber visto pinturas satánicas y cruces invertidas.

Imagen antigua de La Mussara.

Una teoría que se creó para tratar de explicar este suceso tan surrealista como incomprensible es la posibilidad de que en La Mussara exista un portal a una posible tercera dimensión, tan solo pisando una piedra. Esta macabra teoría tiene relación con la época en la que prácticamente la península al completo estaba controlada por los árabes, quienes en su día trajeron consigo a los Yinn: criaturas que habitan en una dimensión paralela, y la única forma que existe para que acceder a esta dimensión, era pisar una piedra ubicada en una zona adyacente al Risco de Les Airasses.

Aparte de todo lo anterior, el pueblo cuenta con un factor, que es el que más le caracteriza, y es la niebla. Al estar ubicado en las montañas a más de 1.071 metros sobre el nivel del mar, es muy típico encontrar un paisaje tapado por la densa niebla. Los más fantasiosos dicen que este elemento le aporta un toque más fantasmagórico, aún si cabe, al pueblo y también sirve como explicación para entender por qué la gente en ocasiones se ha perdido en sus alrededores