Josema Yuste lleva casi tres años de éxito con la comedia Se infiel y no mires con quien en la que comparte tablas, entre otros, con Teté Delgado. El actor, en la memoria de varias generaciones, como trío primero y como dúo después con Martes y 13, lleva años triunfando en el teatro y la televisión, especialmente en la comedia. Confiesa que el cine es su posible asignatura pendiente aunque no le frustra en absoluto. El mayor examen, el del público, lo lleva aprobando desde hace décadas. 

- ¿Qué tiene Se infiel y no mires con quien para funcionar siempre?

- El público tiene ganas de entretenerse y además, de divertirse. Eso se nota. Por eso esta obra es perfecta, porque es una comedia de enredo pero también es un vodevil. El público se lo pasa muy bien. A pesar de que con las mascarillas y la distancia desde el escenario no se pueden ver las caras, se nota. Cuando salimos de los meses de encierro y me volví a subir al escenario, los aplausos y esas ganas del público de participar pasándolo bien me llegaban mucho. Redescubrí mi profesión. Es un oficio fantástico, pero claro, el trabajo se convierte en rutina. Cuando volví a un escenario tras el confinamiento me enamoré de nuevo de esta profesión. 

- El humor es un bálsamo para lo que estamos viviendo, pero también se cuestiona. ¿Tiene que tener límites?

- Yo creo que de casi todo se puede hacer humor siempre y cuando no se busque ofender gratuitamente. Cuando algo se hace con talento se nota, igual que cuando se hace con mala intención. 

- Muchos sketch de Martes y 13 no se podrían repetir.

- Claro, porque hemos cambiado. No es lo mismo 1991 que hoy, y eso es normal. Hace treinta años, por ejemplo, se toleraba mucho más el machismo hasta cierto nivel. Hoy ya no, somos más conscientes. También es cierto que antes teníamos la piel más dura y no había tanta gente predispuesta a ofenderse. 

- Hoy, que vivimos en un mundo de querellas, muchas de sus parodias de famosos habrían acabado en los Juzgados. Sin embargo, salvo en el caso de Encarna Sánchez, nadie se molestó.

Nunca hicimos nada con ánimo de molestar a nadie. En el caso de Encarna seguimos adelante porque no había una doble intención en nosotros y no nos quisimos echar atrás a pesar de que presiones por parte de Encarna hubo. En general, la gente sabía que lo que había detrás era humor y, al fin y al cabo, que a uno le parodien es una forma de ver que se es popular. Nunca nos lo dijo nadie, pero estoy convencido de que a muchos personajes populares les hubiera encantado que les hiciéramos una parodia. 

Con Teté Delgado en 'Se infiel y no mires con quien'.

- En una entrevista en 1996 dijo que "mi etapa en Martes y 13 ha tapado lo que había de actor en mí". ¿Lo sigue pensando?

- Lo mejor que me pudo pasar fue conocer a Millán y entrar en Martes y 13, primero porque me dio una gran estabilidad y luego por todo lo que me reportó a nivel personal, pero es verdad que la comedia, el género en el que mejor me muevo, pues no siempre está reconocida. Después de los años que llevo en esto quien dude de mi trayectoria no merece que le dedique ni un pensamiento. 

- ¿El cine es su gran asignatura pendiente?

- Lo que he hecho, en general, ha gustado al público, pero no deja de ser llamativo que, ya no digo un papel protagonista, pero que en diez años no se piense en mí para un papel en una comedia... Lo cierto es que el mundo del cine está controlado por una serie de lobbies, y hay mucha ideología. Si no estás en esa pomada pues lo tienes difícil. Llevo años llenando teatros, eso yo creo que dice mucho. El cine en ese sentido es más complicado. Por mucho tirón que tengas en el público si no formas parte de ese mundo, acabas por participar muy poco en él. 

- Siempre le recuerdan sus parejas masculinas en el espectáculo pero pocos recuerdan que acompañó a Rocío Dúrcal en un escenario.

Fue una experiencia preciosa. La obra se llamaba Contacto peculiar con Adolfo Marsillach y yo hacía un papel muy bonito. Rocío era estupenda. Una de las grandes, sin duda. Gran capacidad para la comedia, un buen registro dramático... y esa voz que la hizo única. 

- ¿Qué proyectos tiene para los próximos meses?

- Seguiremos en gira con la obra todo lo que permita la pandemia, hasta octubre. De noviembre o enero estaremos de nuevo en Madrid, en el Teatro Amaya. Luego ya me despido de esta obra. Tengo otras dos en mente para cuando me despida de ésta.