Las obras de arte vuelven a ser el objetivo de los activistas ecologistas para visibilizar sus protestas. El último caso se ha presenciado este lunes en la National Gallery de Londres, donde dos individuos han arremetido con martillos contra el cristal que protege el cuadro 'La Venus del espejo' del pintor Diego Velázquez. La obra del sevillano se encontraba instalada en la sala número 30 de la famosa galería londinense.

La propia National Gallery ha informado de este suceso, que sigue a otros tantos ataques contra piezas artísticas en los últimos meses, en su cuenta de X (la antigua red social Twitter). Según ha publicado la organización del museo, dos personas entraron en la sala antes de las 11.00 horas de la mañana de este lunes 6 de noviembre empuñando lo que parecían ser martillos para rescates de emergencia.

Ambos atacantes, que se han declarado como pertenecientes al movimiento ecologista 'Just Stop Oil' ('Paren el petróleo ya') después de ser detenidos por la Policía, golpearon la obra de Velázquez con estos martillos. Esta plataforma ecologista, que ya ha protagonizado otros ataques a obras de arte, centra su lucha en terminar con la crisis climática causada por los combustibles fósiles. Tras desalojar la sala, la organización de la galería londinense ha retirado la obra para estudiar los daños que puede haberle ocasionado este acto vandálico.

Tal y como escribía esta mañana el diario británico 'The Independent', la sala 30 de la National Gallery se reabrió poco después de las 12.30 horas tras ser sustituida la 'Venus del Espejo' por la obra 'Soldado muerto' –cuadro en ocasiones atribuido a Velázquez pero actualmente sin claro autor–.

Otros ataques contra el arte en defensa del ecologismo

El pasado 21 de mayo, unos integrantes del colectivo italiano 'Ultima Generazione' se introducían en la Fontana di Trevi y arrojaban un líquido negro hecho con carbón vegetal sobre sus aguas. Nueve activistas fueron los que en el interior de la conocida fuente, tiñeron el agua de color negro y desplegaron varias pancartas donde se leía “Non paghimo il fossile”,o lo que es lo mismo, “no pagaremos por los fósiles” traducido al español.

Según el propio colectivo 'Ultima Generazione', el acto fue una respuesta a las lluvias torrenciales que ahogaban en mayo la región italiana de Emilia Romana. Con el grito “Nuestro país se está muriendo”, los activistas expusieron su preocupación frente a las últimas inundaciones y frente las consecuencias que el cambio climático trae consigo año tras año.

Acto vandálico en defensa del ecologismo en la Fontana di Trevi.

No obstante, no es la primera vez que la famosa fuente de Roma sufre actos vandálicos. La anterior ocurrió en noviembre de 2017, cuando un hombre tiñó de rojo sus aguas con el pretexto de crear un tipo de arte que “emocione y transmita estupor, sentimiento y reacción”, según las palabras del artista responsable de aquel acto.

'Los Girasoles' de Van Gogh

Hace un año, en noviembre de 2022, el cuadro 'Los Girasoles' de Van Gogh fue víctima de un ataque por parte de dos activistas. Dos mujeres arrojaron salsa de tomate sobre el famoso cuadro de la National Gallery de Londres. Las activistas confirmaron pertenecer a la organización 'Just Stop Oil', como los atacantes de 'La Venus del Espejo', y alegaron realizar el atentado para concienciar sobre los efectos negativos del uso del gas y del petróleo.

Las dos activistas lanzando la salsa de tomate.

A través de Twitter, la organización reivindicaba la acción con un mensaje donde preguntaban si “¿vale el arte más que la vida, más que la comida, más que la justicia?” y que “la crisis del costo de vida y la crisis climática están impulsadas por el petróleo y el gas”.

Afortunadamente el cuadro se encontraba protegido por un cristal, con lo cual la pintura no sufrió ningún daño. Sin embargo, tuvieron que reemplazar el marco de la obra porque este no estaba cubierto.

Santiago de Compostela

Hace unos años, en 2018, ocurría algo similar en España, en concreto en Santiago de Compostela. La Catedral de Santiago apareció con un grafiti sobre una de las figuras de la fachada sur del templo, conocida como fachada de Platerías. La pintada azul emulaba al maquillaje que utiliza Eric Singer, batería de la banda de rock estadounidense Kiss.

Pintada en una de las figuras de la fachada de la Catedral de Santiago de Compostela.

Las autoridades procedieron a visualizar las cintas de las cámaras que se encontraban en la zona pero nunca se llegó a conocer públicamente al autor. Del mismo modo que ninguna organización se hizo responsable de la pintada.

El grafiti pudo ser eliminado en su totalidad gracias a la utilización de técnicas de micro láser. Gracias a la rapidez con la que se actuó, hoy en día no queda ni rastro de este acto vandálico. De haberse dado con el responsable, éste se enfrentaría a una multa de entre 6.000 y 150.000 euros, según las sanciones que establecía la Ley de Patrimonio de la Xunta de Galicia en ese momento.