25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Los descendientes de la actriz acusan al asistente Andrea Piazzoli de ser su pareja y dilapidar la fortuna de la diva, tasada en 36 millones de euros

Un mito en los juzgados: La italiana Gina Lollobrigida se enfrenta a su hijo y a su nieto que quieren inhabilitarla

Gina Lollobrigida en su última aparición en la Rai 1.
Gina Lollobrigida en su última aparición en la Rai 1.
Gina Lollobrigida, la mítica actriz italiana, a sus 94 años vuelve a ser noticia por el conflicto que la enfrenta a su hijo Milko y a su nieto Dimitri, que quieren inhabilitarla alegando que está en riesgo la fortuna de 36 millones de euros de la diva. Según sus descendientes, Gina está siendo mediatizada por su asistente personal, Andrea Piazzoli, del que aseguran que es realmente la pareja de la artista y que está dilapidando su fortuna.

La mítica Gina Lollobrida está a punto de comenzar un complicado proceso judicial a sus 94 años. La actriz se enfrenta al intento de su familia de inhabilitarla para administrar su fortuna. 

Su hijo Milko y su nieto Dimitri aseguran que la musa de Vittorio de Sica estaría pensando casarse con su asistente personal, Andrea Piazzoli, un joven que ejerce de asistente personal y al que algunos medios califican de “gigoló”.  Con la llegada del joven a su vida, en 2014, empezó la lucha judicial con su hijo y su nieto. En juego, una fortuna de 36 millones de euros. 

Según los descendientes de la Diva, ésta habría hecho importantes regalos a Piazzoli y su familia. "Me siento humillada porque verdaderamente deberían dejarme morir en paz. No merezco esto. No he hecho nada malo, sin embargo, son feroces contra mí y no me dejan en paz", ha declarado 'La Lollo' en un programa de la Rai. 

Con su nieto Dimitri, en épocas en las que había mejor sintonía familiar. 

En ese mismo programa afirmaba que no se lo iba a poner fácil ni a su hijo ni a su nieto y que su intención es pelear hasta las últimas consecuencias. Para ello, cuenta con la ayuda del abogado Antonio Ingroia, uno de los más populares de Italia que ejerció como Fiscal en los años más duros de la Mafia, en la época conocida como 'Targentopoli'. "Gina merece más respeto de todos los italianos, pero sobre todo de las instituciones", ha asegurado el letrado.

De ser tentada por Hollywood a seducir a Fidel Castro

Más allá del escándalo que la mantiene de actualidad, Gina Lollobrigida, nacida en 1927, es uno de los mayores iconos culturales vivientes en Italia. Ya había realizado varios papeles pequeños en las óperas filmadas que tanto éxito tenían en el cine italiano de los cuarenta, cuando en 1947 se convirtió en la Segunda Dama de Honor de Miss Italia. La corona, “la única que brilla en la República Italiana”, como rezaba la publicidad de la época, se la arrebató Lucía Bosé y, desde entonces, nunca volvió a haber buena sintonía entre las futuras starlettes italianas. Esa edición sería especialmente recordada porque de ella saldrían otras estrellas de cine: Silvana Mangano y, en menor medida, Gianna María Canale y Eleonora Rossi Drago.

Gina Lollobrigida en la película 'El jorobado de Notre Dame'.

El premio constaba de una pequeña cantidad de liras, un acordeón y un mini-contrato cinematográfico. Comenzó así su verdadera carrera al estrellato. Se benefició del momento dulce del cine italiano. Se convirtió en la primera, y acaso la única, sex-symbol auspiciada por los parámetros del neorrealismo, rosado en su caso, pero igualmente talentoso. Gracias a la serie Pan, amor y… junto a Vittorio de Sica empezaría a representar la imagen de una Italia rural y popular. Como Anna Magnani, sin su talento, pero con mucha más presencia cinematográfica. Nacía así el mito de ‘La Lollo’.

En esos años compitió en las pantallas con Sofía Loren y ambas fueron tentadas por Hollywood. La industria americana quería hacerlas pasar por su máquina de refinamiento o lo que allí entienden por eso. Con la Loren lo consiguieron, aunque fue tras su paso por Francia cuando realmente se convirtió en un icono de elegancia. ‘La Lollo’ siempre fue más reacia. Además, durante cinco años no pudo rodar en suelo americano por una estrambótica cláusula de un contrato que le firmó el inefable Howard Hughes. Así, en localizaciones europeas participó en filmes como Trapecio, Salomón y la Reina de Saba La burla del diablo. Pero nunca se plegó al toque americano, y las taquillas le dieron la razón. Frente a los fastos americanos, sus películas más taquilleras fueron grandes dramas italianos como Anna di Brooklyn La belleza de Hipólita, donde seguía interpretando personajes de carácter popular.

Cuando el cine comenzó a ofrecerle papeles menos interesantes, optó por la retirada y empezó una carrera como escultora, fotógrafa y entrevistadora ocasional. Expuso en lugares tan distintos como Lima, Roma o Perú y llegó a filmar una entrevista con Fidel CastroPortrait of Fidel se proyectó en cines en 1980 y es una de las pocas entrevistas en profundidad que concedió en vida el dictador cubano. Durante la charla se confesó fan de la italiana y aseguró que concedió la entrevista porque fue su amor platónico de juventud.

La actriz italiana con Fidel Castro. 

En cuanto a su vida privada, a pesar de la presión de los paparazzis, apenas se le conocieron romances. Se casó en 1949 con el médico esloveno Milko Škofič, con el que tuvo a su hijo Milko, en 1957, quien ahora quiere llevarla a los tribunales. En 1971 se divorciaron y aunque se le adjudicaron romances con actores o toreros, ella solo confirmó públicamente su affaire con Christian Bernard, el Premio Nobel de Medicina, conocido por realizar el primer trasplante de corazón de la historia.  

A finales de 2006 la diva informó a la prensa mundial de su intención de casarse con un español 34 años menor que ella, Javier Rigau. Según contó la artista en su momento, la relación habría empezado a mediados de los ochenta cuando Javier tenía 22 años. Tras el escándalo mediático que rodeó al anuncio de boda, su compromiso se rompió en 2007. Sin embargo, tres años después, se casaron por poderes en la parroquia de San Vicente del barrio de Sarrià, en Barcelona.

Gina y Javier Rigau. 

Meses después, la actriz denunció en España y en Italia que el matrimonio se realizó sin su consentimiento, llegando a acusar de estafa al que había sido su pareja durante dos décadas. La Justicia española dio carpetazo al asunto. En Italia, un tribunal dictaminó en 2017 que la boda era válida y absolvió en primera estancia al español por los cargos de estafa y falsedad de documentación.

A principios de 2019 la actriz contó a su diario de cabecera, Il Corriere della Sera, que el Vaticano le "concedió la nulidad matrimonial después de una batalla en los tribunales italianos y españoles". "Finalmente soy una señorita", afirmó tajante.

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