23 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

La familia cuenta con un informe del prestigioso forense Luis Frontela, que investigó el Caso Alcásser

Se reabre el caso de 'La Veneno': una segunda autopsia revela que intentó defenderse antes de morir

Cristina la Veneno en sus años de esplendor
Cristina la Veneno en sus años de esplendor
La muerte de Cristina Ortiz, La Veneno, parece dar una nueva vuelta de tuerca al haber conseguido la familia de la artista que se reabra el caso. Desde su fallecimiento, el 9 de noviembre de 2016, se especuló en la prensa y los programas de televisión sobre si el final de La Veneno se debió a un accidente, tal y como aseguraba la versión oficial, o si se trataba de un homicidio.

Los días que siguieron al óbito de Cristina fueron de gran efervescencia mediática. Por un lado, la familia, con su hermana Mari Pepa al frente, se negaban a que el cuerpo fuera incinerado y sus cenizas esparcidas el Parque del Oeste en Madrid, como ella había manifestado que era su deseo. Por otro lado, las amigas de Cristina que conocían su realidad diaria, pidieron respeto para la condición de mujer de su amiga, por la que tanto había peleado.

Desde un principio, Mari Pepa intentó por todos los cauces reabrir el caso de la muerte de su hermana. Contrató para ello los servicios de Fermín Guerro, el polémico letrado que se encargó de la defensa de Raquel Gago en el caso del asesinato de Isabel Carrasco en León.

Este abogado recurrió al doctor Luis Frontela, prestigioso forense conocido por su autopsia en el caso Alcasser, que como ha ocurrido con la de la musa de Pepe Navarro, contradecía la oficial. Según el informe de esta segunda autopsia, La Veneno habría intentado defenderse y  la muerte fue violenta ya que existirían lesiones de lucha o defensa. Por otro lado, las imágenes tomadas al cadáver muestran hematomas en el labio inferior, mejilla derecha y en las piernas. La autopsia apuntó que su fallecimiento se debía a una ingesta de somníferos y alcohol junto a una fuerte una caída en el baño, lo que le provocó la fuerte contusión en el cráneo que acabó con su vida.

El abogado Fermín Guerrero 

Puestos en contacto con el despacho de Fermín Guerrero, nos aseguran que han roto su relación con la familia de la artista. Por otro, lado la familia también ha declinado hacer comentarios a este periódico.

Mari Pepa en un principio contó con el apoyo de algunas amistades de Cristina como fue el caso de la también transexual Nova. Sin embargo, ésta decidió no continuar con su apoyo por no estar de acuerdo con los métodos usados por Mari Pepa para conseguir que el caso se reabra. Su aparición en televisión hablando en masculino de su hermana al día siguiente de su muerte, o el hecho de que, según ABC se enterrara el cuerpo de Cristina bajo el nombre de José Antonio, hicieron que este apoyo se diluyera. De hecho, la propia Nova colgó en Youtube un vídeo retirando su ayuda a Mari Pepa, con la que tuvo grandes enfrentamientos, sobre todo a raíz de que ésta publicara en su Facebook varias fotos de su hermana en coma, días antes de morir. Mari Pepa, por su parte, asegura que es una forma de ayudar a que se conozca la verdad.

 “Queríais ver pruebas. Han salido unas cuantas y dónde está la gente por qué permanecen callados. La muerte de mi hermana no es un circo es una muerte que se cometió de forma terrible con mucha crueldad y la policía tiene que dar explicaciones...”, escribe Mari Pepa junto a las polémicas fotos.

La Veneno con su biógrafa y amiga Valeria Vegas en la presentación de sus memorias Ni puta ni santa

Valeria Vegas, biógrafa de La Veneno, ha asegurado a Elcierredigital.com que espera “Que se esclarezca lo que ocurrió, desde luego, pero sin convertir su muerte en algo sensacionalista” y que desea que “el tema se aborde cuando realmente haya resultados”. Con respecto a la actitud de Mari Pepa, la periodista asegura que “ella considera que todo vale, con tal de llamar la atención de los medios, y así no se hacen las cosas. La propia Cristina no querría jamás que se viese esa imagen de ella. Las cosas se hacen bien, en los juzgados”. “No tengo más que decir, porque es potestad de la familia”, concluye la periodista.

En su momento, la muerte de Cristina se quiso vincular con la publicación de su libro de memorias un mes antes, Ni puta ni santa. La Veneno advirtió sobre lo peligroso que suponía publicar el nombre de sus amantes conocidos y poderoso. En  el libro simplemente citaba iniciales, aunque todas eran fácilmente rastreables. De hecho, alguna supuesta relación sí se puede encontrar en los medios de comunicación como la del futbolista Fernando Hierro que en su momento fue comentada por Carlos Ferrando en la radio.  

De icono televisivo a la prisión

Cristina Ortiz La Veneno, nació en Adra (Almería) el 19 de marzo de 1964 con el nombre de José Antonio Ortiz Rodríguez. Según contó en sus memorias Ni puta ni santa (2016) y en numerosas entrevistas, abandonó su pueblo siendo muy joven para vivir en Málaga y Torremolinos, harta de no poder desarrollar su condición de transexual. En esa época se ganó la vida como peluquero y modelo, llegando a ser nombrado Míster Andalucía 1988. Su relación con el chicho Hermida Pedro de Tudela, llevó a Joselito a Madrid donde primero trabajó en un Hospital. Ya en la capital de España decidió cumplir su deseo de ser mujer y comenzó a hormonarse. En los primeros noventa las personas transgénero vivían en una situación de exclusión social absoluta que hacía que las formas de ganarse la vida casi se limitaran a el mundo del espectáculo y de la prostitución. En ese segundo ámbito fue donde acabó Cristina. Su físico hizo que fuera una de las meretrices más solicitadas entre las travestis que ejercían el oficio.

Una noche su destino cambió cuando unas cámaras de televisión acudieron a realizar un reportaje sobre la prostitución. El vídeo se emitió en el programa nocturno Esta noche cruzamos el Mississipi, el transgresor y exitoso late-night que conducía Pepe Navarro en Telecinco. La aparición de Cristina sorprendió a todo el público y el periodista decidió incluirla en su troupe. Era abril de 1996.

Desde entonces, se convirtió en un personaje exitoso y en sus apariciones televisivas llegó a conseguir audiencias de hasta 40% de share en horario de madrugada. Algo inalcanzable hoy en día. Su forma deslenguada de hablar la convirtió en una personalidad reclamada por otros medios y su físico la convirtió en un sex-simbol de la época. Grabó un disco, hizo publicidad, rodó dos películas pornográficas e incluso la enfrentaron en la inauguración del mayor sex shop de Europa con la actriz porno italiana Cicciolina.

Cristina La Veneno a su salida de prisión. 

Tras la cancelación de los programas de Pepe Navarro en diciembre de 1997, su carrera fue poco a poco apagándose, aunque durante unos meses trabajó en la televisión argentina con la starlet porteña Susana Giménez. En 2001, su novio italiano la denunció por una estafa a la aseguradora de su casa. Este asunto la llevó a prisión en 2003. Durante tres años cumplió condena en una cárcel de hombres, algo que las leyes actuales habrían impedido. A su salida, con un visible deterioro físico, volvió a los platós a contar su dura experiencia entre rejas, hablando incluso de violaciones.

En su última década de vida se paseó por diversos programas de televisión protagonizando sobre todo enfrentamientos con otros personajes populares como la también transexual Nova o la conocida como Marisol la Cirujana, una trans que pinchaba silicona ilegalmente a otras mujeres transgenero que ejercían la prostitución. Paralelamente, una nueva generación la fue descubriendo a través de las redes sociales. Mientras en la televisión del siglo XXI se hacían más imposibles sus apariciones por la dictadura de lo políticamente correcto, en Internet recobraba una popularidad que le hizo convertirse en vedette del espectáculo Que trabaje Rita y que la periodista Valeria Vegas publicara sus memorias en octubre de 2016. Justo un mes antes de su muerte, la televisión había vuelto a llamar a su puerta, había empezado una gira de bolos por discotecas de ambiente gay y su nombre sonaba como seguro para participar en una nueva edición de Gran Hermano VIP.  Fiel a su vida, Cristina La Veneno falleció por sorpresa en un inesperado giro de guión de su biografía. Un final que ahora vuelve a despertar sospechas y puede deparar más de una sorpresa. 

COMPARTIR: