28 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Con la muerte del príncipe Zourab Tchokotua desaparece el gran apoyo y el guardíán más íntimo del monarca durante los últimos cuarenta años

Lo que queda de la corte mallorquina del Rey Emérito Juan Carlos I, ahora trasladada a Sanxenxo

El Rey  Emérito, en aguas gallegas este verano.
El Rey Emérito, en aguas gallegas este verano.
Mallorca ya no es lo que era. Lo que era en tiempos del Rey Emérito Juan Carlos. De la famosa corte mallorquina de antaño poco queda ya. La mayoría de las amistades y conocidos que rodeaban al monarca en la época en la que era el jefe del Estado o han fallecido o se han alejado de la isla. El Rey Emérito ya no tiene su segundo reino en Mallorca y su corte tampoco veranea ya allí, donde Felipe VI y la Reina Letizia han iniciado una nueva era.

Con la reciente desaparición de  Zourab Tchokotua, amigo íntimo del rey emérito Juan Carlos,  fallecido este jueves en Rabat a causa de una leucemia, desaparece uno de los grandes apoyos y guardianes de los secretos de don Juan Carlos. Una pieza importantísima en el núcleo duro de su corte mallorquina. La corte que va perdiendo año tras año sus componentes y de la que apenas queda rastro.

Don Juan Carlos  con el recientemente fallecido Zourab Tchokotua. 

Zourab y don Juan Carlos se conocían desde la infancia, desde los 8 años de edad, cuando el rey emérito fue recluido en un internado en Friburgo. Una amistad de niños que se alargó durante toda la vida y con la que ambos se beneficiaron. Tchokotua fue de hecho quien presentó a Marta Gayà al rey Juan Carlos en Mallorca. La entonces joven mallorquina se acababa de divorciar cuando empezó a frecuentar el  Club de Mar. De este modo Marta Gayà llegó primero a la corte del príncipe georgiano Zourab Tchokotua y de su mujer, Marieta Salas. En el mismo grupo también eran frecuentes el por entonces playboy Juan Marqués, el arquitecto Luis García-Ruiz, el empresario Rudy Bay y su mujer, Marta Girod.

A comienzos de los ochenta, Tchokotua le comentó a Oliver que tenía un amigo que quería conocer a Marta Gayà. Esa persona era Juan Carlos de Borbón, con quien el noble georgiano había compartido pupitre en el internado de los Marianistas de Friburgo (Suiza) en la época escolar.  Además, gracias a la intermediación del suegro de Tchokotua, Pedro Salas, expresidente de la Diputación mallorquina y empresario de gran éxito en las isla, consiguió que los reyes tuvieran Marivent como residencia de verano en Mallorca. Debido a varios problemas con la Justicia y denuncias inmobiliarias, el príncipe georgiano, ya separado de su mujer,  fijó su residencia en Rabat, donde ha fallecido.

Marta Gayá. 

Pero el famoso círculo mallorquín de don Juan Carlos tenía otros componentes como Richard Cross, también fallecido y capitán del yate Fortuna. Era común ver a los tres en determinados lugares tomando algo.  Otros muchos iban y venían, pero los amigos fieles de don Juan Carlos eran muy pocos, y entre ellos también está José Cusí, el armador amigo fiel desde hace medio siglo. La llamada también corte de Marivent contaba con además con  Cristina Macaya —conocida como la gran anfitriona de Mallorca.

Don Juan Carlos con su amigo Pedro Campos. 

Poco a poco  ese círculo fue ampliándose hasta llegar a casi  una decena de personas que frecuentaban a don Juan Carlos  en sus veranos de Mallorca cuando reinaba en España. Todos aprovecharon más o menos esa cercanía para beneficiarse de algún modo a través de privilegios, favores, contactos... Entre ellos figuran el  armador catalán Josep Cusí, el empresario y regatista gallego Pedro Campos Calvo-Sotelo, el presidente de Volvo en España, Germán López Madrid, el “testaferro” de Urdangarin “en varios de sus negocios”, Mario Sorribas, el fallecido Enrique Puig, de la conocida empresa catalana de perfumes, Camilo J. Cela Conde, hijo del premio Nobel de literatura, Cris Gabarrón, hijo del artista vallisoletano Cristóbal Gabarrón, el publicista catalán Lluis Bassat y el periodista Borja Puig de la Bellacasa.

Camilo José Cela Conde con don Juan Carlos y el rey Felipe VI en Mallorca. 

Ahora, el rey emérito, ha vuelto a dejarse ver en las regatas pero lejos de Mallorca, en tierras gallegas, en Sanxenxo, donde incluso se ha hecho con el triunfo de la última regata Rodríguez-Toubes. Allí es donde ahora se ha trasladado lo que queda de esa corte. Son empresarios que no parecen necesitar de la influencia real y regatistas con un nivel económico muy alto, entre los que se encuentran Juan Carlos Escotet, Mauricio Sánchez-Bella, José Luis Angoso, Tara Getty, Peter Dubens, Francisco Botas y por supuesto José Cusí. Todos ellos mantienen un perfil público muy bajo en su relación real. Pasar desapercibidos para la prensa es su prioridad. Incluso para Pedro Campos Calvo Sotelo, presidente del Club Náutico de Sanxenxo (Pontevedra) y presente en cada aparición náutica de don Juan Carlos.

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