25 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Después de desmentir su ruptura la confirmaron entre rumores y ante la filtración de unos audios donde el jugador confirmaría su situación personal

Iker Casillas y Sara Carbonero: La intrahistoria de un divorcio 'cordial' de una pareja millonaria

Iker Casillas y Sara Carbonero.
Iker Casillas y Sara Carbonero.
Iker Casillas y Sara Carbonero se han convertido, puede que contra su voluntad, en los protagonistas del divorcio del momento. Una separación que llega después de rumores y desmentidos con el protagonismo de unos audios filtrados donde el jugador confirmaría su situación personal. Un divorcio que se presenta como de común acuerdo y sin grandes problemas algo que les compensa dado su gran patrimonio. Una tendencia cada vez más habitual entre los ricos y poderosos.

El divorcio de Iker Casillas y Sara Carbonero se ha confirmado después de varios días de rumores y desmentidos y de jugar al equívoco por parte de la propia pareja. Aunque el pasado miércoles, la revista Lecturas anunció la ruptura del matrimonio, la pareja se apresuró a desmentirlo a través de un comunicado en su revista de cabecera, la revista ¡Hola!.  

Sin embargo, sólo 24 horas después, a las 21:30 horas, subían una publicación a través de Instagram para confirmar el final de su matrimonio. Una reacción que ha sorprendido por el cambio de parecer con tanta celeridad. Pronto el rumor entre las redacciones fue el mismo: el motivo podría estar en unas grabaciones protagonizadas por el excapitán del Real Madrid

Entre los que han oído las grabaciones citadas, aseguran, que el contenido es suficientemente sintomático como deducirse que el matrimonio estaba roto de facto y supuestamente, el propio Casillas asumiría la responsabilidad de haber llevado su relación matrimonial al límite de la ruptura. En su comunicado dejaban claro que su separación va a ser de mutuo acuerdo. Algo que los beneficia, sobre todo ante el importante patrimonio que ambos, aunque más él, han acumulado.

'Lecturas' adelantó la separación del matrimonio. 

En nuestra sociedad, el matrimonio es frecuente y el divorcio también forma parte de la vida cotidiana. Como parte de esa sociedad, los personajes públicos también pasan por estas situaciones. El divorcio no es ninguna noticia pues la media en España ronda el 60%, lo que supone que, de media, tres de cada cinco matrimonios acaben en divorcio.  Alberto García Cebrián abobado de Cebrián y Asociados nos explica todo sobre las ventajas para los ricos y famosos de un divorcio de mutuo acuerdo.

La tendencia a los divorcios cordiales

Por desgracia, la tendencia al alza del divorcios supone que lo que antes era noticia, que era que un matrimonio se divorciara, ya no lo sea y quizá, con el tiempo, la noticia sea que un matrimonio no se divorcie.

Parece que los divorcios que más repercusión suelen tener son los tormentosos, aquellos que sacan a relucir lo peor de unos y otros y que son objeto de horas de debate y tertulias. En ocasiones, en esas rupturas no se está dando un buen ejemplo, pues en muchos de los casos prima el enfrentamiento y el rencor.

Recientemente nos ha sorprendido la ruptura de Bertín Osborne y Fabiola Martínez que han sabido gestionar su divorcio con un respeto ejemplar. Ahora, otro de los matrimonios más queridos, el que formaban Iker Castillas y Sara Carbonero acaba en divorcio, pero nuevamente la actitud y comportamiento ha sido de absoluto respeto.

Llama la atención que en ambas rupturas se hayan comunicado públicamente de una manera amigable, pidiendo que se pueda mantener los motivos y detalles de la ruptura en la intimidad (y por tanto sin pretender airearlos públicamente ni dar pie a ningún tipo de especulación o crítica) y confirmando de manera contundente que el divorcio será de mutuo acuerdo. Es un orgullo que dos personas que han compartido una parte importantísima de su vida tomen la decisión de divorciarse y que, sin saber los detalles del acuerdo, partan de la base de que su ruptura va a ser amistosa, en cualquier caso.

Todo divorcio es doloroso, pero en estos dos casos recientes ambos matrimonios han sabido separar el drama de la ruptura y centrarse en un divorcio cordial en el que dejan claro que, por encima de todo, prima el respeto y van a seguir centrándose en el cuidado de sus respectivos hijos comunes.

Fabiola Martínez y Bertín Osborne. 

En el divorcio de Bertín y Fabiola e Iker y Sara también habrán existido problemas y dramas familiares, pero han tenido el mérito de superarlos y tomar la valiente, madura y responsable decisión de separarse de mutuo acuerdo. En un divorcio amistoso no es que los cónyuges no tengan problemas o que desde el principio estén de acuerdo en todo, lo que ocurre es que ambas partes logran superar sus posibles desavenencias. En un juicio de divorcio contencioso pueden existir problemas aparentemente insalvables que han hecho que no sea posible el acuerdo, pero no serán insalvables por la naturaleza de los hechos controvertidos, serán insalvables por la postura de ambos cónyuges que no logran que sea compatible.

Soluciones y opciones siempre hay, pues de hecho en un juicio de divorcio contencioso el juez las impone. Es una pena que en la sociedad se extienda el modelo de familia que acaba en juicio de divorcio conflictivo y por ello son tan importantes ejemplos como los divorcios de Bertín y Fabiola y de Iker y Sara pues muestran la otra cara de las rupturas, una más cordial, considerada y amable.

Es curioso cómo la sociedad se está acostumbrando a matrimonios idealizados celebrados por todo lo alto y divorcios traumáticos en los que ambos cónyuges se enfrentan mostrando lo peor de sí mismos. Las personas con transcendencia pública ejercen una influencia tan grande en los demás que pueden condicionar por imitación que la sociedad acabe repitiendo.

Algunos matrimonios normalizan costumbres de pareja inadecuadas y tóxicas y en el momento del divorcio, que supone la separación de cuerpos y vidas, lo que conlleva  que no se seguirá teniendo que aguantar los problemas de convivencia con nuestro cónyuge, aparezcan los desencuentros.

 
 
 
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Es cierto que cuando existen hijos, bienes o deudas, estas vinculaciones limitan la posibilidad de que ambos esposos rehagan su vida y parece que aumenta una irascibilidad y fricción recíproca en la que tendemos a tener la piel tan fina que con intransigencia llegamos a situaciones límite con enfrentamientos desproporcionados.

El próximo día 22 de junio se cumplirán 40 años de la Ley del Divorcio de 1981. Por ello, en todo este tiempo la sociedad ha ido cambiando y en ocasiones con pautas recomendables y en otras con pautas inadecuadas que nos pueden conducir a matrimonios y divorcios insanos.

El valor de un matrimonio o un divorcio no puede convertirse en inconsciencia, debemos tener la conciencia suficiente como para casarnos y divorciarnos con valores. Por ello es tan importante el ejemplo de los matrimonios que han sido modélicos y que después, en el divorcio, siguen demostrando la misma ejemplaridad. 

¿Es casualidad?

Evidentemente no se puede generalizar, pero desde mi punto de vista, a lo largo de años de trabajo, he podido percibir cómo los matrimonios que se divorcian de mutuo acuerdo, aparentemente, cuentan con una misma cosa en común, se respetan mutuamente y entienden que cuando el matrimonio llega a su fin deben de poner de su parte para intentar darle un final digno, amistoso.

Todos tenemos en nuestro alrededor personas que tienen una relación matrimonial insana con tendencia a la falta de respeto. ¿Cómo sería el divorcio de esos matrimonios? Por norma general si la relación matrimonial ya contaba con tensión, el divorcio suele ser altamente conflictivo con enfrentamientos y reproches mutuos que en definitiva sólo complica la ruptura y continuidad posterior de las respectivas vidas y gestión adecuada de los vínculos matrimoniales.

Casillas y Bertín protagonistas de dos divorcios muy comentados/ TVE.

Tal vez lo que debamos hacer es tener menos en cuenta las relaciones y rupturas tóxicas y reconocer el mérito y normalizar las relaciones y rupturas basadas en el respeto que tal vez, ojalá, empiecen a ser tendencia con el camino ya iniciado por muchas parejas y que ahora podemos reconocer en la relación de personajes públicos tan reconocidos y admirados como Bertín Osborne y Fabiola Martínez y Sara Carbonero e Iker Casillas.

El divorcio no es un fracaso, en todo caso el fracaso es perder el respeto a nuestro cónyuge durante el matrimonio o en el divorcio, o decidir mantener un matrimonio infeliz, que también será un mal ejemplo para nuestros hijos y seres queridos.

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