24 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Albert Solà cuenta a el cierredigital.com que el monarca siempre ha frecuentado esta región, donde él ha comenzado una nueva vida fuera de 'El Drac'

El presunto hijo del Rey Emérito desvela que Juan Carlos I estuvo por la zona del Bajo Ampurdán antes de marcharse de España

Albert Solà en su nuevo trabajo.
Albert Solà en su nuevo trabajo.
Albert Solà y El Drac son dos nombres que han ido juntos durante los últimos años. Pero no será más así. El autoproclamado hijo del rey emérito Juan Carlos I cambia de vida y de trabajo, aunque sigue reclamando que reconozcan su identidad. No obstante, también insiste en que con ello no busca nada, sólo demostrar quién es su padre realmente y cuál ha sido su historia.

Albert Solà ha dejado el modesto bar de La Bisbal (Girona) donde ha despachado cafés, cañas y bocadillos durante más de once años. Allí llegó procedente de otro local. El dueño de El Drac le ofreció el puesto y Solá aceptó con una sola condición: su labor y dedicación para ser reconocido como primogénito de Juan Carlos I era asunto prioritario. Desde ese momento, El Drac y la localidad de La Bisbal han cobrado una fama innegable y hasta allí han peregrinado medios, políticos, periodistas, turistas y curiosos en busca de una conversación y una foto con el que llaman cariñosamente “monarca”.

Hace ya tres semanas que Albert Solà atiende la barra y las mesas de Can Casadellà, un hotel rural situado a unos veinte kilómetros de La Bisbal. Y desde que llegó a su nuevo puesto de trabajo no ha parado de hacerse fotos con los clientes. “Me habré fotografiado con más 400 personas”, asegura Solà, encantado con su nuevo empleo en el que los horarios son un poco diferentes con respecto a los que tenía en El Drac. Albert Solà no buscaba nuevo trabajo, todo ha ocurrido de manera repentina. “Yo siempre he estado muy satisfecho siendo camarero del Drac, pero para todo hay un límite…”, asegura con gesto serio mientras se prepara para empezar la entrevista.

- ¿Por qué este cambio de empleo ahora?

- Yo pasé el confinamiento como todo el mundo, en casa, acogido a un ERTE. Después, volvimos a trabajar al bar condicionados por los horarios de apertura según la normativa sanitaria. Ha sido duro pero así ha estado todo el mundo. Todo era normal, no había ningún problema. Durante estos meses, como tantas otras veces, algunos medios me han citado para hablar y algunas personas han venido a verme, como siempre ha ocurrido. Pero sin esperarlo un día, no conozco la razón, a mi jefe ya no le pareció bien que me entrevistaran en el bar o que faltara en algún momento porque tenía que atender a preguntas por teléfono sobre mi historia.

Albert Solà en su nuevo trabajo. 

- ¿Crees que tu caso ha aportado cierta fama al local en el que trabajabas, El Drac?

- Sí, claro que sí. Yo estoy muy agradecido a mi antiguo jefe, se portó bien conmigo siempre pero no entiendo el motivo por el que de repente no me permitía que me hicieran más entrevistas en el bar. Me lo dijo claramente, que no quería más medios allí, que ya era suficiente… Él sabe que mi causa, demostrar que soy hijo del Rey Emérito Juan Carlos I, es prioritaria. Así es que decidí que mi tiempo allí había terminado. Llegamos a un acuerdo y firmé mi renuncia voluntaria.

 - ¿Cómo ha quedado tu relación con tu antiguo jefe?

- Nos llevábamos muy bien, y por eso no entiendo qué le ha podido pasar. Pero no estoy dispuesto a que nadie me impida hacer lo que debo y quiero hacer, lo que desde hace años es mi principal tarea. Además, ésta era la condición con la que me contrató y que debía respetar. Yo no he dejado nunca de trabajar por hablar con los medios o con la gente. Al contrario, siempre he compensado el tiempo dedicado en esta tarea… Ahora estoy muy dolido con su comportamiento y prefiero no verle más.

¿Venían a menudo muchas personas a verte?

- Sí, personas desconocidas y muy conocidas también. Algunos políticos y políticas, jueces, magistrados, periodistas que rechazan mi historia pero que sí han venido a verme,  artistas y cantantes… Incluso, como ya comenté, el yerno de Josep Cusí se acercó el año pasado con un amigo y se hizo una foto conmigo. Hablé también por teléfono con su mujer, hija del armador, así se identificó, y quien me aseguró en ese momento que supuestamente, Juan Carlos I y su padre, Cusí, serían hermanos no reconocidos legalmente… Precisamente, unos días antes de marcharme de El Drac, a mediados de mayo pasado, el yerno de Josep Cusí volvió a visitarme y conversamos un rato.

Albert Solà en su nuevo trabajo. 

Por El Drac ha pasado mucha gente, algunos me hacían fotos y se iban sin preguntar ni consumir nada… Con toda seguridad, la clientela aumentó estando yo. También aparecían de vez en cuando personas que merodeaban alrededor del local y la terraza durante varios días sin entrar, solo me miraban desde fuera… Y sé que todavía mucha gente sigue acudiendo al Drac preguntando por mí porque soy muy querido en mi localidad.

- ¿Ha tenido muchas entrevistas en los últimos meses?

- Después de Navidad, han venido equipos de tres canales de televisión, dos alemanes y uno suizo. Tuve que viajar hasta Madrid para que me entrevistara una de las televisiones de Alemania. También han venido medios de otros países que se interesan y trabajan sobre mi historia. Hay, sobre todo, uno muy importante de Estados Unidos. Pero, repito, todo esto nunca ha quitado tiempo de mi trabajo, ya que lo he compensado después. Nunca me ha faltado un empleo y nada más salir del bar, mi jefe actual se enteró y me ofreció un puesto porque estaba deseando desde hacía años tenerme en su equipo del hotel rural, un lugar mucho más grande y con más capacidad para la clientela que El Drac, y donde me tratan de manera excelente. Hasta aquí han venido ya a visitarme algunos personajes políticos…  

- Y respecto a su causa, Albert, ¿ha habido cambios durante este año de pandemia?

- Todavía no, aunque sí me han contactado algunas personas para ciertos temas. Y precisamente, sobre Juan Carlos I, sí puedo confirmar que estuvo por esta zona del Bajo Ampurdán antes de marcharse definitivamente de España. De hecho, por lo que sé, él ha frecuentado siempre esta región en la que hay total discreción y tiene muchas y buenas amistades importantes. Yo sigo reclamando mi identidad, y sé que en algún momento se confirmará. Vuelvo a repetir que no quiero nada, sólo demostrar quién es mi padre realmente, cuál ha sido mi historia. No aspiro a nada y no busco nada más. Tengo mi trabajo y mi vida. Pero estoy completamente seguro de lo que llevo diciendo años y demostrando con documentos contrastables. Respecto a si volverá a España, en mi opinión, creo que sólo volvería por razones de fuerza mayor.

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