19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Tiene una cita judicial inminente por la demanda de paternidad de Javier Santos y pasó el año del 50 aniversario en absoluto silencio

La vida no sigue igual para Julio Iglesias: la historia de unas bodas de oro mermadas por la salud y los pleitos

Julio Iglesias.
Julio Iglesias.
El pasado 2018 tendría que haber sido su año, el de sus bodas de oro en la música tras triunfar en el Festival de Benidorm con 'La vida sigue igual'. Lejos de eso, fue un claro síntoma de que la vida no sigue igual para Julio Iglesias. A los rumores constantes sobre su salud hasn trascendido desavenencias con algunos de sus hijos. Además, el 30 de mayo tendrá que sentarse ante la Justicia para rendir cuentas sobre la paternidad de Javier Santos.

¿Qué le pasa a Julio Iglesias? 2018 iba a ser su año. Sus bodas de oro con la música, pero no ha sido así. Todos sus proyectos entre los que destacaban una gira conmemorativa y la publicación de un libro de memorias se vieron interrumpidos. La salud desde siempre es uno de los temas que más preocupa al cantante español más internacional. Alfredo Fraile en sus memorias Secretos confesables describe cómo bajo la fachada de seguridad y aplomo de Iglesias se ocultan una serie de manías e inseguridades que en ocasiones le han pasado factura.

Julio Iglesias siempre ha sido la imagen del triunfo. Desde los años 70 sus éxitos económicos y artísticos han seguido un ritmo ascendente. Cualquier atisbo de problema siempre ha sido contestado desde el entorno del artista negando la mayor. Sin embargo, su salud cada vez protagoniza más titulares y especulaciones sin que Iglesias de la cara. El accidente de tráfico que sufrió de joven y trastocó su espalda está complicándole la madurez. Según informó El Español, en los últimos tiempos ha tenido que volverse en un cochecito de golf para pasear por las inmediaciones de su casa en Marbella. En septiembre de 2018 Pilar Eyre habló de la salud y las inseguridades del cantante. “No sé si está enfermo. Lo que sí sé es que le tiene miedo al fracaso y teme no llenar en sus conciertos. Julio no soporta ver butacas vacías”, escribía en su columna de Lecturas.

Cartel de 'La vida sigue igual', la película que dio a conocer a Julio a finales de los sesenta. 

La vida no sigue igual para Julio, pero el artista ha hecho recientemente esfuerzos para que lo parezca. Ha concedido una reciente entrevista a Televisa, la cadena de televisión que en los 70 le ayudó a conquistar américa y el jueves 4 de abril dio un concierto en el país azteca. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba. Durante el concierto en el Auditorio Nacional de la capital mexicana. La prensa local ha resaltado que, además de los inconvenientes técnicos, el cantante madrileño sufrió incluso una caída cuando enfilaba la rampa de salida al final del show.

El artista abrió el concierto con el célebre Amor, amor, amor, lo que enseguida hizo que tuviera a sus pies un público entregado. Los gritos de "¡Vamos, Julio! ¡Te queremos!" fueron una constante a lo largo de todo el evento, aunque poco a poco comenzó a existir cierto malestar entre los asistentes. Y es que su figura estaba poco visible y los espectadores apenas pudieron verlo, tan solo cuando era enfocado por la cámara y aparecía en la pantalla gigante.

La familia tampoco sigue igual

Más allá de la salud los líos familiares también acosan al artista. A pesar de sus declaraciones recientes su distanciamiento con su hijo más célebre, Enrique, se prolonga demasiado tiempo y, aunque ninguno admite abiertamente que su relación está rota, fuentes próximas al ídolo del electrolatino aseguran que Julio aún no conoce a los hijos que éste ha tenido con Anna Kournikova.

Según ha publicado la prensa, el mayor de los hijos que ha tenido con Miranda, Miguel, también mantiene una tensa relación con el cantante. El joven se independizó hace un tiempo y vive a todo trapo en Miami, a pesar de que su padre corre con los gastos, la convivencia con él es bastante problemática.

Miguel Iglesias con una amiga. 

Aunque si hay un hijo que le genera problemas es precisamente el que aún no ha reconocido, Javier Santos. Será el próximo 30 de mayo en Valencia cuando Julio Iglesias tenga al fin que sentarse en el banquillo y enfrentarse a la Justicia para responder por la demanda de paternidad de Javier Santos, un valenciano que afirma ser hijo del artista. Durante meses, Julio Iglesias ha intentado dilatar el proceso lo máximo posible. Sin embargo, Fernando Osuna, abogado de Santos, nunca ha perdido la esperanza y en cada aplazamiento ha mantenido el hecho de que la cantidad de pruebas que tienen “son lo suficientemente evidentes”.

Así las cosas, ahora los medios esperan con avidez la fecha del 30 de mayo para saber si habrá ‘paseíllo’ o si se toman medidas de protección debido a la popularidad del artista, para así evitar lo que Julio Iglesias más teme: su imagen entrando en un juzgado para responder por una demanda de paternidad que le persigue desde hace décadas. Este será el reencuentro de Julio con el público español ya que, musicalmente, está por ver que el artista español más internacional se suba de nuevo a un escenario en suelo patrio.

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