18 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Nació en Almería en 1964 con el nombre de José Antonio y se convirtió en un icono de la visibilidad transexual en la España de los años 90

Cinco años de la muerte de 'La Veneno': La verdadera historia de Cristina Ortiz, amores y el trágico final de la vedette

Cristina Ortiz 'La Veneno'.
Cristina Ortiz 'La Veneno'.
Hace cinco años, el 9 de noviembre de 2016, fallecía a los 52 años la vedette Cristina Ortiz 'La Veneno'. Fue conocida por su paso por diversos programas de televisión en los años 90, en los que se convirtió en un icono de la visibilidad transexual. Su vida estuvo llena de polémica, relaciones sentimentales tóxicas, un paso por prisión condenada por estafar a varias aseguradoras y una muerte rodeada de misterio que sus familiares quieren llevar de nuevo a a los tribunales.

El 9 de noviembre se cumplieron cinco años de la muerte de la vedette Cristina Ortiz 'La Veneno'. Un lustro después de su desaparición sigue siendo noticia por diversos motivos. Por un lado, su hermana Trini ha decidido sacar a la venta sus vestidos más icónicos para poder financiar una estatua en su homenaje en el barrio madrileño de Chueca. 

Por otro lado, los misterios que rodean su muerte siguen siendo actualidad. La familia, de diversos frentes, ya que no están unidos, han intentado reabrir el caso para demostrar que se trató de una muerte violenta, aunque por el momento sin ningún éxito. 

Cristina Ortiz La Veneno nació en Adra (Almería) el 19 de marzo de 1964 con el nombre de José Antonio Ortiz Rodríguez. Según contó en sus memorias Ni puta ni santa (2016) y en numerosas entrevistas, abandonó su pueblo siendo muy joven para vivir en Málaga y Torremolinos, harta de no poder desarrollar su condición de transexual.

En esa época se ganó la vida como peluquero y modelo, llegando a ser nombrado Míster Andalucía 1988. Su relación con el ‘chicho Hermida’ Juan Pedro de Tudela llevó a "Joselito" a Madrid, donde primero trabajó en un Hospital. Sin embargo, decidió cumplir su deseo de ser mujer y comenzó a hormonarse. En los primeros años noventa las personas transgénero vivían en una situación de exclusión social absoluta que hacía que las formas de ganarse la vida casi se limitaran al mundo del espectáculo y de la prostitución. En ese segundo ámbito fue donde acabó Cristina. Su físico hizo que fuera una de las meretrices más solicitadas entre las transexuales que ejercían el oficio más antiguo del mundo.

Cristina Ortiz, la Veneno.

Una noche su destino cambió cuando unos cámaras de televisión acudieron a realizar un reportaje sobre la prostitución. El vídeo se emitió en el programa nocturno Esta noche cruzamos el Mississipi, el transgresor y exitoso late-night que conducía Pepe Navarro en Telecinco. La aparición de Cristina sorprendió a todo el público y el periodista decidió incluirla en su troupe. Era abril de 1996.

Desde entonces, se convirtió en un personaje exitoso y en sus apariciones televisivas llegó a conseguir audiencias de hasta un 40 por ciento de share en horario de madrugada. Algo inalcanzable hoy en día. Su forma deslenguada de hablar la convirtió en una personalidad reclamada por otros medios y su físico la convirtió en una sex-simbol de la época. Grabó un disco, hizo publicidad, rodó dos películas pornográficas, participó en la serie En plena forma con Alfredo Landa y Concha Cuetos e incluso la enfrentaron en la inauguración del mayor sex shop de Europa con la actriz porno italiana Cicciolina.

De la televisión a la prisión

Tras la cancelación de los programas de Pepe Navarro en diciembre de 1997, su carrera fue poco a poco apagándose, aunque durante unos meses trabajó en la televisión argentina con la starlet porteña Susana Giménez. En 2001, su novio italiano la denunció por una estafa a la aseguradora de su casa. Este asunto la llevó a prisión en 2003. Durante tres años cumplió condena en una cárcel de hombres, algo que las leyes actuales habrían impedido. A su salida, con un visible deterioro físico, volvió a los platós de televisión a contar su dura experiencia entre rejas, hablando incluso de violaciones.

En su última década de vida se paseó por diversos programas de televisión protagonizando sobre todo enfrentamientos con otros personajes populares como la también transexual Nova o la conocida como Marisol la Cirujana, una trans que pinchaba silicona a otras mujeres transgénero que ejercían la prostitución.

Paralelamente, una nueva generación la fue descubriendo a través de las redes sociales mientras en la televisión del siglo XXI se hacían más imposibles sus apariciones por la dictadura de lo políticamente correcto. En Internet recobraba una popularidad que la hizo convertirse en vedette del espectáculo Que trabaje Rita y el hecho de que la periodista Valeria Vegas publicara sus memorias en octubre de 2016 también contribuyó a relanzar su fama.

Justo un mes antes de su muerte, la televisión había vuelto a llamar a su puerta, había empezado una gira de bolos por discotecas de ambiente gay y su nombre sonaba como seguro para participar en una nueva edición de Gran Hermano VIP.  Fiel a su vida, Cristina La Veneno falleció por sorpresa en un inesperado giro de guion de su biografía.

Los hombres de Cristina

Mucho se ha hablado de los hombres famosos que podrían haber ocupado el corazón de la vedette o habrían sido sus clientes en la época en la que La Veneno ejerció la prostitución. La propia Cristina, a lo largo de las muchas entrevistas que concedió en su vida, habló de algunos famosos, lo que serviría para despejar muchas las iniciales con las que Valeria Vegas señala en su libro a las posibles parejas de Cristina.

Más allá del citado Juan Pedro de Tudela, Cristina, en una entrevista en el programa de Antena 3 DEC en 2010, aseguró haber tenido una relación con el actor Javier Bardem. En su libro se muestra más cauta: “J.B. se acostó conmigo cuando aún no era famosa. Todas [se refiera a sus compañeras prostitutas] comenzaron a gritar su nombre como locas. Yo fui corriendo a dar la vuelta a la manzana y a ponerme en la última esquina, así, cuando él acabó de dar todo el repaso, me vio a mí al final y me eligió a mí, habiéndose olvidado de todas a las que había visto antes”.

En la citada entrevista televisiva fue mucho más clara. “En el coche me dijo. ‘¿Has visto la película Huevos de Oro?’ yo le dije que no, que quería ver los suyos”, aseguró. Si aquello fue una fantasía o una realidad solo lo sabrá ella.

Cristina con su novio Andrea. 

En sus años de popularidad la prensa del corazón de la época la relacionó con algunos famosos de la época como Jorge Juste o Jorge Salati, expareja de Marta Sánchez. En su libro Ni puta ni santa, La Veneno sí habla de un affair con el ex de otra cantante y de su relación con futbolistas, en concreto con F.H.

Estas iniciales tuvieron su nombre completo cuando lo pronunció en la radio el periodista Carlos Ferrando y, para no ser más que un rumor, molestó mucho al jugador en concreto. Suponemos que es fácil saber de quién hablamos. Merengue y en botella.

Más allá de famosos, vivió una relación tóxica de cinco años con Andrea Petruzelli, un italiano que apareció en su vida un mes antes de dar el salto a la fama con Pepe Navarro. Fue él quien, tras el incendio que se desató en la casa de Cristina Ortiz en la madrileña calle Sor Ángela de la Cruz el 7 de octubre de 1998, denunció a Cristina ante la aseguradora, iniciando ésta una investigación que derivó después en el proceso penal que acabó con la vedette entre rejas.

La relación con el italiano acabó en 2001 y entonces inició la relación con José, un hombre doce años más joven que ella al que presentó en exclusiva en el programa de televisión Crónicas Marcianas. Tras su salida de prisión anunció su intención de casarse con un empresario boliviano pero, finalmente, se unió sentimentalmente a un hombre de nacionalidad rumana llamado Sergio al que acabó denunciando por malos tratos.

Su última pareja conocida fue otro joven rumano, Alin Bogdan Calinque tuvo que declarar en la investigación abierta tras el trágico final de la vedette. La muerte de Cristina, acaecida el 9 de noviembre de 2016, estuvo envuelta en misterio y generó mucha controversia. La familia, desde diversos frentes, ha intentado reabrir el caso sin que hasta ahora haya tenido ningún éxito. 

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