Lo ha hecho con 13 años, la misma edad con la que lo hizo su padre, y un contexto político crítico con la monarquía
La Casa Real decide que la Princesa Leonor "debute" en sociedad leyendo la Constitución tras su destacada ausencia en los premios que llevan su nombre
Desde la tribuna del auditorio del Instituto Cervantes, la heredera de la Corona tomó la palabra para leer el artículo 1 de la Constitución española, como parte de una lectura íntegra del texto que realizaron numerosas personas.
"España se constituye en un Estado social y democrático de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia y el pluralismo político", leyó la princesa ante la mirada aprobatoria y complacida de su padre, Felipe VI, de pie junto a ella.
La edad elegida es importante. 13 tenía el Príncipe de Asturias cuando pronunció sus primeras palabras en público en la entrega de los primeros premios que llevaban su nombre y ahora el de su hija.
Felipe VI besando a su hija la Princesa de Asturias / Felipe VI
También en ambos casos la situación política era complicada. En 1981, cuando leyó su discurso el actual Felipe VI, nuestro país acababa de superar un trauma nacional como fue el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero, capitaneado por Antonio Tejero y Milans del Bosch. En el caso de la Princesa Leonor la amenaza separatista en Cataluña.
También es relevante la lectura escogida. Unos artículos donde se especifica que "la soberanía nacional reside en el pueblo español" y que la forma política del Estado "es la Monarquía parlamentaria". En un momento con la Constitución y la monarquía cuestionadas no deja de ser significativa la cita elegida. Además, se recalca el hecho de que Leonor es la primera Princesa de Asturias, nacida y criada en época constitucional, y que su abuelo lo hizo en 1938 en plena Guerra Civil y su padre, 1968 en plena dictadura franquista.
El acto, que conmemora los cuarenta años transcurridos desde que las Cortes aprobaron el texto constitucional el 31 de octubre de 1978, contó con la asistencia de la reina, la infanta Sofía y los máximos representantes de los poderes políticos, legislativo y judicial.
